Vecinos de los barrios San Roque González y Progreso vuelven a insistir en la instalación de una comisaría en la zona. Hace medio año está instalada en el expredio del colegio CEP 28 la Caballeriza de la Unidad Regional VIII de la Policía de la Provincia, pero tiene apenas siete efectivos asignados y no dan abasto con todas las denuncias realizadas por los pobladores del lugar. Hay detectadas en la zona unas ocho bandas compuestas por niños, jóvenes y adultos que agrupan a unas cien personas. Aseguran que la droga es el principal flagelo que motiva a la delincuencia. La última semana fueron agredidos un integrante de la Comisión de Seguridad del barrio “Red Solidaria para la prevención del delito” y la esposa de uno de los policías que trabaja en el lugar.El relato de los vecinos de los Barrios San Roque González y Progreso, vecinos de la Caballeriza de la Policía, es desalentador. Viven rodeados de bandas que delinquen para poder comprar drogas y así satisfacer sus vicios. Entre los que componen esa gavilla delictiva hay chicos de once años o doce años a adultos, padres de muchos de ellos y hasta mujeres y niñas.La zona es la confluencia de dos barrios que están a unos 800 metros de la ruta nacional 14. La calle principal que llega al lugar, y que divide a los barrios, es la avenida Rosario Benítez. Cerca del predio donde hoy funciona la caballeriza de la Policía de Misiones, el camino hace una curva y luego de unas cuadras se bifurca en varias calles que terminan en un pequeño arroyo que divide el barrio con la parte rural. En esa zona vive gente trabajadora que tiene sus actividades laborales en distintas partes de la ciudad y en distintos rubros.Pero también están los que no trabajan y se dedican a complacer sus vicios y para ello buscan la forma más fácil para conseguir dinero: robar y luego vender. Es una zona alejada del centro de la ciudad, lo que hace difícil la llegada de la policía. Antes de que se instale la caballeriza, los vecinos pidieron la instalación de una comisaría. El 25 de agosto del 2013 hicieron la primera reunión formal con funcionarios políticos y de la fuerza policial. Ahí hubo una promesa muy firme de llevar a la policía al barrio. Pasaron dos años y los vecinos esperaron y aguantaron los embates que a diario reciben de los delincuentes que permanentemente los acechan y roban. Además salen a otros puntos de la ciudad a robar. Los reclamos no cesaron y a fines del año pasado se afincó en el predio de la exCEP 28 la División de Caballería de la UR VIII de la Policía. Eso puso mucho entusiasmo en la gente. Pero la presencia de los efectivos no limitó el accionar de los malvivientes.El presidente de la “Red Solidaria para la prevención del delito”, Pedro Santiago Martínez fue categórico en sus declaraciones a PRIMERA EDICIÓN: “Acá hay más de 100 personas que se dedican a delinquir. Son todos adictos a las drogas y eso seguramente les lleva a delinquir para cubrir sus vicios. Tenemos identificados a ocho banditas donde hay chicos de diez y once años hasta adultos. Están a media cuadra de la Caballeriza. Ahí son pocos y no tienen forma de hacer mucho contra esas bandas. Son siete efectivos, uno está de vacaciones y los otros seis se distribuyen en las guardias de a dos. ¿Qué pueden hacer ellos solos? ¿De qué modo muestran presencia?”.Martínez se lamentó por los hechos sucedidos la última semana. “Esta semana presentamos una nueva nota en la UR VIII de la policía para reiterar el pedido de más policías, equipamientos y móvil para que puedan actuar en el barrio. Eso mientras esperamos que lo antes posible traigan la comisaria III, que para eso fue afectado el predio. La presentación de la nota fue porque tuvimos una reunión del foro de seguridad el domingo y el lunes la esposa de uno de los policías que trabaja en la caballeriza fue atacada en su casa y le dijeron que es por el trabajo de su marido. Ese mismo día uno de los integrantes de la Comisión fue atacado a pedradas y palazos y luego a las patadas y puñetazos por otra de las bandas. Estamos presionados por esta gente que nos quieren echar del barrio”. “Llevamos años viviendo de esta manera, nadie hace nada por nosotros. Pero no vamos a bajar los brazos. Algunos vecinos buenos que teníamos se fueron del barrio. Otros como el muchacho que agredieron dijo que se va a ir para proteger a su familia. No queremos que eso pase. Queremos que se vayan los delincuentes. La semana pasada hubo 25 detenciones en la zona, a los dos días ya estaban acá de nuevo y pasaban frente a nuestras casas amedrentándonos. Acá todos los que no tenemos vínculos con los delincuentes fuimos robados, nuestras casas son apedreadas día y noche, a veces viene la policía, otras no, pero apenas se van vuelven a agredirnos”, aclaró el presidente del foro.En una charla informal con dos efectivos que estaban de guardia en la División de Caballeriza corroboraron el relato del presidente del Foro: “Estamos rodeados por esos tipos. Cuando pasamos con nuestros autos para llegar acá nos tiran piedras. Hay chicos y grandes. Tenemos identificados unas ocho banditas y vemos que hay mucho consumo de estupefaciente en el barrio. Nosotros salimos a hacer patrullajes a caballo. Detenemos a los que están haciendo cosas sospechosas, pero no alcanza porque salen enseguida. Cuando nos ven se quedan quietos y no podemos hacer nada porque somos dos o tres los que patrullamos y ellos son muchos más”, dijo un efectivo.





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