Hay situaciones de la vida, de nuestra existencia que son inevitables. Una de ellas son los problemas, pero, ¿es algo grave tener problemas?¿Quién no tiene o ha pasado por grandes tormentas emocionales, “problemas”, complicaciones, trabas, inconvenientes, dudas, incertidumbres…?¿Tienen algún sentido? ¿Sirven para algo? ¿Cómo continuar con esta vida? ¿Tienen alguna explicación eso que nosotros llamamos problemas?Ellos nos perturban, nos desorientan. Nos sacan la alegría, nos colocan en un costado del camino y nos paralizan. Vemos pasar la vida como autómatas, porque toda nuestra atención está en la angustia de tal problema. No logramos centrarnos. Estamos distraídos, tristes, opacos. Para salir de ellos puedes tomar dos caminos:Recurrir a varios paliativos que te darán una calma pasajera, te aliviarán del peso del problema y tendrás mejor visión de la situación. Estos paliativos son para despejar el humo de las emociones y buscar donde está el núcleo del problema. Dedicar tiempo a la meditación. Si lo haces de forma adecuada, la meditación no es un paliativo. Si meditas encuentras el foco que genera esa tormenta llamada problema.La reflexión, el recogimiento, muestra los juegos de la mente, las mentiras que nos hacen padecer. Con ella desenmascaras al ego que nos engaña con espejos de colores que no existen y nos disfraza la realidad, la verdadera realidad.No tienes que hacer grandes malabares para calmarte.Deja que tu alma se manifieste, calma tus pensamientos colocando la atención en un punto, el que tú elijas, utiliza lo que se te antoje, tu mano, un dedo, el cielo.Centra la atención lo más que puedas en lo que elegiste como anclaje, y calma tu respiración.Y piensa en estas palabras: Dios es lo único y verdadero.La mente es propensa a engañarnos con prejuicios. Lo que buscas en este momento de recogimiento no es magia,Lo que encuentras al meditar es la calma natural que tiene el alma.La meditación no es una solución en sí a los problemas, pero sí nos da las herramientas adecuadas para entenderlo y buscar las salidas mejores y adecuadas.Esta calma que brota de tu espíritu transformando la palabra Problema en Enseñanza, Aprendizaje.Cuando llegues aquí entenderás que esa dificultad, eso que considerabas un problema te ayudó a descubrir la verdadera realidad. Hasta la próxima semana. Paz y Bien.Colabora: María Benetti MeiriñoAutora de libros y guía para meditación. [email protected]





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