Alexandra David- Néel nació en París en 1868 y murió en Digne, Bélgica, en 1969. Orientalista, antropóloga, cantante de ópera, periodista, exploradora, anarquista, espiritualista, budista y escritora franco-belga. Fue una fuerza de la naturaleza que vivió las más increíbles aventuras en extremo Oriente. Se convirtió en la primera mujer occidental en entrar a la ciudad prohibida de Lhasa. Vivió una vida de aventuras, longeva y llena de enredos extraños, empezando por su matrimonio, se casó en 1904 con Philippe Néel, ingeniero a cargo de los trenes en Tunez, del cual se separó en 1928, no logró convivir con él siquiera un año a causa de los constantes viajes de ella, pero eso no impidió mantener una relación de respeto y amor entre ambos. Hay cartas de Alexandra a su marido de sus viajes donde narra su experiencia y aventura a un señor Néel que jamás salió de Tunez. Philippe murió en 1941, y ella al enterarse comentó: “He perdido un maravilloso marido y a mi mejor amigo”. Alexandra David es un personaje respetado dentro del ámbito académico en lo que se refiere a religiones y filosofías orientales, era una experta en islamismo, tradujo del sánscrito unos cuantos libros referentes al hinduismo y al budismo, fue la primera occidental que tradujo directamente del tibetano libros acerca de la doctrina budista tibetana, se “enamoró” de la doctrina budista y rastreó las diferentes variantes del budismo, desde India, Tibet, Corea, China, Tailandia y Japón, yendo a cada uno de estos lugares a investigar. Pero su gran amor fue el budismo tibetano. Su decisión de hacerse budista no fue fácil, construyó un refugio en las montañas Himalayas y vivió dos años de meditación allí. Luego emprendió el viaje que la llevaría a Lhasa en 1924, acompañada de Yomdeng, un muchacho que ella había adoptado y que luego sería un monje budista, durante este extenso viaje llegó a la conclusión de que el budismo tibetano como doctrina filosófica se había desvirtuado por causa del fetichismo de numerosos monjes, la decadencia provenía de aquellos que mezclaban el budismo con la magia, en su peregrinar por las montañas instaba a los abad mayores a volver a las raíces del budismo, y es por este motivo que dentro del budismo tibetano ella es una de las más importantes figuras del siglo XX, tal es así que el Dalai Lama le ha rendido homenaje más de una vez en su tumba en la ciudad de Digne. Su peregrinar no estuvo exento de peligros y más de una vez tuvo que hacer uso del revolver para defenderse de asesinos y ladrones, durante sus viajes dos guerras mundiales pasaron, y durante el período de entre guerras ella ya anunciaba a Phillipe otra guerra más devastadora que la primera. Pero también vivió otro tipo de peligros, durante un tiempo se mostró muy interesada por una práctica budista denominada creación de un tulpa. Los lamas budistas le advirtieron que era una enseñanza nada recomendable, pues consiste en la creación de un fantasma generado a través de nuestra mente. Alexandra fue advertida de que estas creaciones podían volverse peligrosas o incontrolables. Demasiado tarde, estaba fascinada con la idea e ignoró la advertencia de sus educadores. Bajo la concepción del mundo según los lamas, el universo en el que vivimos es una proyección creada por nosotros mismos, no hay fenómeno que exista si no es concebido por el espíritu humano. Alexandra se alejó del resto de sus compañeros y, una vez aislada de todo, comenzó a concentrarse en dicha práctica. Ella visualizó en su interior lo que quería crear, imaginando un monje de baja estatura y gordo. Quería que fuese alegre y de inocente actitud. Tras una dura sesión, aquella entidad apareció frente a ella. Aquella entidad era como un robot, sólo realizaba y respondía a los mandatos de su creadora. Tal era la independencia del fantasma de apariencia corpórea que los demás monjes lo confundían con uno más. Su creadora comenzó a sentir miedo porque comenzaba a ser un ser con voluntad propia y tuvo que destruir su creación. A los 100 años de edad se presentó en el registro civil de Digne para renovar su pasaporte, pues la gran aventura seguía. Falleció a los 101 años. Fuente: <a href="http://www.taringa.net/">http://www.taringa.net/</a>





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