“Esta tarea comenzó con el objetivo de poner en valor el trabajo del olero y visibilizar el problema de la informalidad, que desencadena en necesidades básicas insatisfechas por el escaso ingreso que existe por la competencia desleal, en un mercado que se abre y pero donde tienen muchas dificultades para vender su producto a buen precio”, manifestó Juan Carlos Mareco, miembro del Registro Nacional del Trabajador y Empleador Agrario (ReNaTEA) y colaborador de la comisión organizadora.Dijo que si bien la construcción es un sector que creció considerablemente en todo el país, no sucedió lo mismo con el ladrillero, que es uno de los principales proveedores de materia prima. Entonces, la idea es poner en agenda, a partir de una fiesta, este tipo de problemática. “Y como nunca se hizo en la provincia elegir una reina que los represente, instalar la fiesta y que sea reconocida, además de ir planteando los problemas de fondo del sector”.





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