Esas célebres parabras fueron pronunciadas el 28 de agosto de 1963, ante cientos de miles de personas que se congregaron en el monumento a Abraham Lincoln, en Washington, y fue la mayor manifestación por la libertad de los derechos civiles para los negros en los Estados Unidos.“Hace cien años, un gran americano, cuya sombra simbólica nos cobija, firmó la Proclama de Emancipación… Pero 100 años después debemos enfrentar el hecho trágico de que el negro aún no es libre. Cien años después, la vida del negro es todavía minada por los grilletes de la discriminación. Cien años después, el negro vive en una solitaria isla de pobreza en medio de un vasto océano de prosperidad material”, dijo ese día King. Más adelante mencionó la famosa frase: “Les digo a ustedes hoy, mis amigos, que pese a todas las dificultades y frustraciones del momento, yo todavía tengo un sueño. Es un sueño arraigado profundamente en el sueño americano…”. Menos de cinco años después de aquel discurso, el 4 de abril de 1968 a las 18:01, Martin Luther King fue asesinado a los 39 años por un segregacionista blanco en el balcón del Lorraine Motel en Memphis (Tennessee). King es recordado como uno de los mayores líderes y héroes de los Estados Unidos por su lucha por la no violencia. Entre 1957 y 1968, recorrió más de 9,6 millones de kilómetros, habló en público más de 2.500 veces, fue arrestado por la policía más de veinte y fue agredido físicamente al menos en cuatro ocasiones.
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