Rolando “El Ciego” Hidalgo (62) tomó rehenes y despojó de casi 50 mil dólares a un empresario del Kilómetro 6, en enero de 2006. Acusado por otros hechos en la provincia, terminó condenado en la UP-III por aquel episodio.
Hay veces en las que el mundo delictivo sorprendentemente se parece en mucho a lo laboral. Ley de la oferta y de la demanda, hay quienes llevan adelante un proyecto y luego contratan a la gente especializada para llevarlo adelante a cambio de una parte de las ganancias. Y hay veces en las que la mano de obra se consigue solamente en otras provincias. Las ventajas de ser un verdadero profesional.
No vino a hacer turismo Rolando Ricardo El Ciego?Hidalgo (62) cuando llegó a Misiones en enero de 2006. Y la visita se extendió más de lo que pensaba: tras protagonizar un recordado golpe comando en el que mantuvo rehenes y despojó de 50 mil dólares a un empresario de Eldorado, fue detenido y condenado a pagar por lo que hizo en la cárcel de esa localidad.
Años después, tras recuperar la libertad, su nombre se borró de la memoria de los misioneros. Sin embargo, en las últimas horas, quienes supieron seguirle las pisadas que dejó en la tierra colorada lo recordaron de inmediato. Hidalgo fue uno de los dos ladrones abatidos el último viernes de madrugada en un cruento tiroteo perpetrado en plena ciudad de Córdoba, en medio de otro golpe comando fallido en el que también perdió la vida uno de sus cómplices y un efectivo policial.
El hecho tuvo notable repercusión en los medios nacionales, pero sin dudas tiene un condimento especial para estas latitudes en razón de las andanzas que El Ciego perpetró en la provincia, tal como pudo confirmar PRIMERA?EDICIÓN.
Un final previsible
Quien mal anda, mal acaba. La ley popular se hizo carne para uno de los delincuentes más conocidos en Córdoba. Todo sucedió el último viernes alrededor de las 2 en el séptimo piso de un edificio de calle Rondeau 84, a seis cuadras de la Terminal de Ómnibus, en el barrio Nueva Córdoba.
A esa hora seis delincuentes fuertemente armados irrumpieron en el lugar, encañonaron a una pareja y se alzaron con 3 millones de pesos, entre efectivo y cheques. Hay dos versiones sobre el monto: que formaba parte de una operación inmobiliaria o que en el lugar funciona una prestamista fuera de la ley.
Lo cierto es que alguien se percató de lo que sucedía y llamó a la Policía. Cuando los delincuentes salían fueron sorprendidos por un grupo de efectivos. El barrio cordobés se transformó entonces en el infierno: en solo tres minutos hubo 120 disparos, tres muertos y un detenido.
Franco Ferraro (29), cabo de la Policía cordobesa, recibió un disparo en el cuello. Su vida se apagó en brazos de un compañero. A pocos metros, en pleno intento de fuga, perdieron la vida dos de los delincuentes. El primero fue identificado como Ricardo Serravalla (54), un conocido hampón que incluso comando un motín carcelario en Córdoba hacia 2005. El otro era Hidalgo, con antecedentes múltiples y un pasado de temer. Diego Alberto Tremarchi (32), fue el único apresado. Hay al menos tres prófugos.
La mala vida, desde 1973
Los medios cordobeses no tardaron en reflejar el pasado de los malvivientes. Sobre la ficha de Hidalgo saltó a la luz su pasado de andanzas delictivas, que se remonta al 26 de noviembre de 1973, cuando sumó su primera causa por tentativa de robo y encubrimiento.
Claro está que no fue la única. En su prontuario figuran otras 14 causas, entre las que sobresalen las de robo calificado. El más recordado para los cordobeses fue el hecho registrado en febrero de 1996 cuando El Ciego, vestido de policía, asaltó junto a varios cómplices la sucursal bancaria oeste del Banco Del Suquía, en Córdoba Capital, de donde escaparon con un millón de pesos, es decir, un millón de dólares al cambio de la época. Ni más ni menos que veinte millones de pesos argentinos al valor de cambio actual.
Por aquel asalto armado, Hidalgo fue sentenciado a nueve años de prisión en 1998. Cumplió condena en 2005 y salió en libertad. Volvió a las andanzas. Y su primer golpe grande de regreso a la calle tuvo lugar nada más y nada menos que en Misiones.
La libertad y el viaje a Eldorado
El calor golpeaba con más de 34 grados a Eldorado en la mañana del martes 10 de enero de 2006.?Eran cerca de las 10 cuando cuatro hombres bajaron de un?Renault Laguna e irrumpieron en la conserjería del Hotel Cabañas Don Juan del kilómetro 6, sobre calle 25 de Mayo casi Salto Ramírez, a escasos cien metros de la ruta nacional 12.
Los maleantes -de acento cordobés- encañonaron al empresario hotelero y maderero Juan Alberto?Rodríguez (56), a su familia y a sus empleados, a quienes luego maniataron con alambres. Escaparon con 155 mil pesos -más de 42 mil dólares al valor de cambio de aquel entonces- y 3 mil dólares. Con ese monto y el Ford Galaxy de la víctima, escaparon a toda velocidad.
El vehículo de Rodríguez apareció minutos más tarde abandonado en otro sector de la ciudad, pero el hallazgo del Laguna en un control policial sobre el acceso a Puerto Rico fue determinante. Hidalgo -en aquel entonces de 49 años- iba al volante. Dijo ser un simple turista, pero los uniformados encontraron 40 mil pesos ocultos en la caja de cambios del vehículo. Para colmo, en la butaca de atrás iban dos polícias federales que también fueron detenidos pero luego desligados de la causa, tras argumentar que solo estaban en el auto porque habían hecho dedo.
El?Ciego y su acompañante terminaron tras las rejas y fueron condenados en 2007. Hidalgo cumplió en la cárcel de Eldorado, salió hace pocos años y se esfumó de Misiones. Fue vinculado a otros tantos asaltos en aquella época y también a uno multimillonario perpetrado en noviembre de 2015, en Posadas, pero nunca se pudo probar nada.
El sábado, tras la balacera, un conocido abogado penalista dijo al diario La Voz del Interior: Cayeron tres de los únicos diez que en Córdoba pueden dar un golpe así. Están acostumbrados a robar blindados y bancos. Son los únicos capaces de armar una jugada como esta, dijo el letrado, quizás sin saber que Hidalgo también hizo de las suyas en Misiones.
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