"Nos fuimos a la B": la frase que se popularizó allá por 2012 con el sorpresivo descenso de River Plate en el fútbol argentino, vuelve a resonar este fin de semana, ahora en el mundo del tenis, tras la caída albiceleste en el repechaje de la Copa Davis y su consecuente pérdida de la categoría.La evocación no es gratuita, ya que ambos episodios tienen varios puntos en común, como lo inesperado de la frustrante definición e incluso el color celeste, ese que identifica a Belgrano de Córdoba pero también a Kazajistán, el pequeño país en el límite entre Asia y Europa que se convirtió en verdugo del todavía vigente campeón del torneo.Apenas 10 meses pasaron desde que Argentina levantara por primera vez en su historia la ansiada Ensaladera de Plata, cuando la Albiceleste se encuentra en una categoría inferior y su máxima aspiración para el año que viene no podrá pasar de pelear por su regreso a la elite.Después de la lógica de la primera jornada, donde ambos contendientes se repartieron puntos, y de la derrota del sábado en dobles -si se quiere, también dentro de lo esperable-, los de Daniel Orsanic estaban obligados a ganar este domingo los dos últimos puntos de la serie.Pero las ilusiones se desmoronaron ya en el primer "match point", cuando el porteño Diego Schwartzman no logró mantener con vida a la Argentina luego de la derrota en sets corridos ante el experimentado Mikhail Kukushkin, con parciales de 6-4, 6-4 y 7-6 (2).Ya con el descenso certificado, después de 16 años consecutivos en el Grupo Mundial, el quinto punto perdió todo interés y ni siquiera llegó a disputarse.Argentina se convierte así en el tercer equipo que desciende de categoría al año siguiente de ganar el título, después de Francia en 1997 y Suecia en 1999.





Discussion about this post