Un peso saludable no es el que nos hace ver extremadamente delgados, ni por el cual tengamos que realizar dietas rigurosas para poder mantenerlo, es aquel que nos permite tener la energía necesaria para realizar las actividades diarias, el cual podamos mantener con una alimentación equilibrada y suficiente, pero sobre todo, con el que nuestro organismo pueda realizar todas sus funciones vitales.Si ingerimos más energía de la gastamos, se aumentará de peso. Y si se gasta más energía de la que se ingiere, el peso disminuye. Para equilibrar el peso hay que igualar las calorías que se ingieren y las que se gastan.Por lo tanto, no sólo es importante controlar lo que se come para regular la energía que ingresa en el organismo, sino también la que se gasta o quema en forma de calorías, a través de la actividad física.Ahora bien para lograr un peso saludable primero vamos a preguntarnos ¿Cómo nos alimentamos? ¿Qué comemos? ¿Cada cuánto comemos? Cada alimento que elegimos para consumir durante el día, son pequeñas decisiones que van marcando nuestra salud, hábitos, calidad de vida, y nuestro peso.Cada día tomamos entre 100 y 150 decisiones relacionadas con las comidas y bebidas, tal vez no seamos conscientes de eso, pero lo hacemos.De nosotros depende que estas sean buenas elecciones y nos lleven a nuestro peso ideal o peso saludable. La clave es poner en marcha un cambio de hábitos que nos ayude a alcanzar un peso que podamos mantener en el tiempo sin sacrificios extremos ni poner en riesgo nuestra salud.Qué podemos hacer para comenzar el cambio:• Realizar las 4 comidas diarias.• Incluir 5 porciones entre frutas y verduras preferentemente crudas y con cascara.• Consumir diariamente 2 litros de agua, evitar el consumo de gaseosas y jugos azucarados, preferir su versión light, 0% azúcar, o consumir aguas saborizadas con frutas de estación y endulzadas con edulcorante.• Consumir lácteos descremados.• Utilizar técnicas de cocción como horno, hervido, plancha, vapor, salteados con agua o caldo casero, evite frituras.• Retire la grasa visible de las carnes y la piel del pollo antes de cocinarlo.• Consumir aceites preferentemente crudos en ensaladas o incorporando a los alimentos luego de la cocción.• Moderar el consumo de sal, condimentar las comidas con hierbas aromáticas como perejil, orégano, laurel, tomillo, albahaca etc.• Que tus platos principales siempre estén acompañados de una porción de verduras crudas.• Evite consumir productos de pastelería, panadería y copetín, ya que contienen mucha grasa y sodio.• Evite el consumo de azúcar, reemplace esta por edulcorante como la stevia.• Practicar diariamente una actividad placentera, ajustada a nuestra edad, sexo y condición física.La forma más confiable de saber cuál es tu peso adecuado es acudiendo a una consulta con tu nutricionista o medico amigo.Colabora: Manuela Inés KoczyLicenciada en Nutrición Espacio WellnessSargento Cabral 20420376 462-8585





Discussion about this post