El proyecto para reubicar a los presos inimputables de la Unidad Penal I de Loreto y trasladarlos hacia el Hospital de Asistencia en Salud Mental, Ramón Carrillo, de Posadas fue anunciado por el gobernador Hugo Passalacqua en el inicio de sesiones legislativas el 1 de mayo. Al respecto, la semana pasada, el ministro de Salud, Walter Villalba; junto a su par de Gobierno, Marcelo Pérez; el presidente del Iprodha, Santiago Ross y el subsecretario de Atención Primaria y Salud Ambiental, Martín Cesino, recorrieron el predio y se mencionó un “avance en las obras”.Sin embargo, este Diario constató que serán ubicados en dos pabellones que hoy están en desuso y que requerirán de un fuerte trabajo para que sean habitables. Para conocer un poco más acerca de cómo se desarrollará esta iniciativa, PRIMERA EDICIÓN mantuvo una entrevista con la directora del la institución, la Dra. Mirna Corach, quien subrayó que “la decisión de traslado la tomaron el gobernador Passalacqua y el presidente de la Cámara de Representantes, el ingeniero Carlos Rovira, para darle mejor calidad de vida a los sujetos inimputables que se encuentran en el penal de Loreto”. La directiva indicó que “son ciudadanos que no pueden tener una condena porque padecen trastornos psíquicos, por los cuales algunos de ellos no fueron conscientes de sus actos”. “Por lo que sé, se encuentran hacinados y no reciben toda la atención adecuada que requiere ese tipo de individuos. La idea es poder beneficiarlos con una calidad de vida acorde a lo que exige la Ley de Salud Mental”. “Esto va a depender del ministerio de Gobierno. Por nuestra parte vamos a compartir el predio. El Carrillo va a seguir funcionando como un hospital de Nivel 1 de asistencia en salud mental, con su servicio de guardia, consultorio externo, visitas domiciliarias. En otro sector va estar habilitado el pabellón para inimputables, que va a tener los requisitos correspondientes para que ellos puedan recibir atención, y de alguna manera estar contenidos para evitar riesgos”. Respecto a la cantidad de internos inimputables que podrían llegar a ser trasladados comentó que “se habla de 54 pacientes, pero esto va a formar parte de un proceso, porque hay que construir, adecuar. Aún deben refaccionarse pabellones que hoy están en desuso”. “El plan de obras recién está comenzando y probablemente va a llevar un tiempo poder acondicionar el lugar”, remarcó. Sobre el rol en la salud pública que cumple la institución, Corach recordó que han tenido pacientes inimputables que se han “externado”. “Gracias a un trabajo minucioso en el que se hace una psicoeducación en conjunto con la familia y a través del cual se le explica al juez que el paciente puede estar en su domicilio con un tratamiento psicofarmacológico y una contención familiar o de algún referente, puede quedar ‘externado’. Lo hemos podido hacer con los pacientes de aquí pero no con los de Loreto, dado que allí tienen su propio equipo de salud mental que los atiende”. Tipos de inimputablesLa doctora explicó que las estructuras psíquicas, a grandes rasgos, se separan en tres grandes grupos. Las neurosis, las psicosis y las perversiones. Las neurosis se inscriben en el marco de las depresiones, las fobias, etcétera. “Las psicosis ocurren cuando hay una alteración del juicio con un quiebre, que por más que sea tratado farmacológicamente el paciente va a estar contenido pero no va a estar curado, no va a tener una restitución íntegra de su psiquis”. “Con un tratamiento que sea continuo el paciente va a tener una enfermedad crónica, que, mientras esté medicado va a poder sociabilizar. Si abandona el tratamiento pueden ocurrir descompensaciones. Ahí ocurren las alteraciones de la percepción, las alucinaciones, como por ejemplo casos en el que creen que el otro es el demonio y lo atacan. No está consciente de esa situación. El delirio hace que crea en ese escenario”. En otra categoría, “los perversos tienen una estructura psíquica desorganizada en la que se cuentan los violadores, asesinos, abusadores, psicópatas que eligen vivir de esa manera y realizar esos actos. No tienen sentimientos y tienen placer con el daño que hacen. El perverso tiene que cumplir la condena porque es una tarea muy difícil para nosotros llegar a esas estructuras mentales” como para lograr un externamiento. “Aún no sabemos cuáles serán los criterios que van a regir para decidir con qué patologías o quiénes serán los trasladados. Creemos que nosotros estaremos incluidos en la toma de opiniones y seguramente habremos de trabajar en conjunto con el equipo de salud mental de Loreto”, comentó Corach. Sobre cómo harán para atender al nuevo cúmulo de pacientes que llegarán, la directora estimó que “seguramente habrá que aumentar el número de personal para atender a los que vengan, como así también tengo entendido que habrá guardiacárceles” para controlar la parte externa de los pabellones. “Nosotros vamos a ofrecer nuestra idoneidad para actuar si hay alguna descompensación o hacer un esquema terapéutico para atenderlos en el caso que el sujeto pueda recibir una externación y seguir su vida en el domicilio como hemos hecho con otros inimputables”. “El pabellón donde se los albergará estará entre el Hospital Carrillo y el de infectocontagiosos Pedro Baliña, por lo cual se les va a poder brindar una mejor calidad de vida, y una atención correspondiente porque hay casos en el que esos internos tienen enfermedades como el VIH o la tuberculosis”. Finalmente la doctora reiteró “creemos que no serán todos los internos inimputables de Loreto los que vayan a venir hacia aquí, sino solo los que estén en condiciones”.





Discussion about this post