El Sanatorio Boratti dejará de brindar a partir del primer día de agosto las prestaciones del segundo nivel (que incluye internación, guardia, terapia intensiva y derivación a especialistas, entre otros servicios) a los 8.000 afiliados al Pami que tenía asignado. Así lo confirmó a PRIMERA EDICIÓN el director del nosocomio, el médico Roberto Boratti, quien ratificó que no firmaron el nuevo convenio con el Pami y que ya notificaron por carta documento que, tanto a la sede central como a la Unidad de Gestión Local (UGL) que a partir del primer día de agosto no seguirá trabajando con la obra social de los jubilados.“Se puso como fecha agosto para dar tiempo al Pami a reubicar a estos 8.000 afiliados a otros sanatorios. Nosotros no podemos seguir atendiéndolos porque no tenemos capacidad y porque los valores que impuso el Pami son muy bajos, no podemos seguir así”, precisó Boratti. El médico criticó el modelo de prestación que aplicó el Pami hasta este mes, “era muy confuso y con una gran dificultad para entenderlo… yo no lo entendí nunca, no entendía la facturación ni los débitos que hizo el Pami en forma unilateral, sin que podamos reclamar o pedir explicaciones. Esto fue así durante muchos años. Con el cambio de Gobierno, pensábamos que cambiarían de modelo pero continuó el mismo hasta ahora cuando, en forma intempestiva, anuncian que pasamos al sistema capitado. Este sistema es mejor que el anterior pero los valores son muy bajos y no hay espacio de negociación posible”. Pese a que el Boratti fue categorizado como sanatorio “C” (la categoría más alta) “nuestros estudios de costos nos indican que no es rentable el convenio con el Pami”, aseveró su director. Vale decir que los sanatorios Buenos Aires y Nosiglia fueron categorizados como “B”, y al menos este último ya inició el pedido de revisión porque considera que hubo un error en su categorización. ¿Dónde irán esos 8.000 afiliados? El problema no es solo que el Boratti deje de atender Pami sino que los sanatorios que funcionan en Posadas no tienen capacidad para absorber a esos 8.000 afiliados que quedarían sin prestador. El único sanatorio con capacidad para sumar cápitas, según la consulta realizada por PRIMERA EDICIÓN, es el Nosiglia, pero tal como admitió su director médico, Luis de Haro, ellos pueden sumar a unos 3.000 afiliados al Pami. No obstante, De Haro cuestionó que “el nuevo convenio tiene muchos puntos poco claros respecto a cómo se brinda la prestación y cómo se va a cobrar”. “Según tengo entendido, el Sanatorio Buenos Aires no aceptará más cápitas”, comentó Boratti. Pese a los reiterados intentos de este Diario, el presidente de la UGL del Pami, Rolando Rubleski, optó por el silencio. Por su parte, directivos de Sanatorio Posadas admitieron que están analizando la problemática y ven con suma preocupación la gravedad de la situación. Todos los consultados coincidieron en que el problema excede al Pami y que no es de ahora, sino que tiene que ver con la crisis que atraviesa el sistema de salud privado desde hace varios años, “el Estado subvenciona los servicios públicos, subvenciona el transporte y subvenciona la educación privada, pero no hace lo mismo con la salud privada que no solo no recibe un subsidio sino que pesa sobre esta una altísima carga impositiva”, argumentaron. “A los sanatorios nos faltan camas porque no podemos invertir pues la actividad no es rentable. Con este nuevo sistema capitado, el sanatorio está obligado a ofrecer todas las prestaciones… si no tiene cama para internar a un afiliado sufrirá débitos por multas y penalidades que pueden significar hasta el 15% de la cápita”, reforzó Boratti.





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