La principal tarea de los padres es ayudar a sus hijos a crecer. Tenemos que enseñarles desde chicos que la vida es crecimiento y avance, que lo que no crece se muere. Comparto algunas ideas prácticas sobre cómo llevarlo a cabo:1. Dándoles todo lo que los beneficiaTodo lo que beneficia a nuestros hijos se lo tenemos que dar porque es como el abono para la tierra.Ya sea que se trate de un abrazo, un beso, una palabra o tiempo. Felicitarlos les hace bien. Ayudar en casa les hace bien. Pero ¿cómo los ayudamos a crecer, cuando se vuelven adolescentes? Teniéndoles paciencia. Tengamos con nuestros hijos la paciencia que tuvieron nuestros padres con nosotros. Nuestros padres nos tuvieron paciencia, por eso, llegamos a la adultez. 2. ResistiendoOtra manera de ayudar a nuestros hijos a crecer es resistir. Los padres necesitamos ser fuertes porque los adolescentes se revelan. En la adolescencia los jóvenes desafían a los padres porque tienen una rebeldía natural: la rebeldía del crecimiento. Pero, a la vez que se revelan, nos necesitan. Por eso, tenemos que mantenernos firmes. 3. No dándoles el jugueteNo deberíamos darles el juguete a nuestros hijos para que ellos mismos vayan a buscarlo. Es decir, en lugar de darles todo servido, tenemos que permitir que trabajen, que participen, que se esfuercen. De esta manera, pueden ver que el éxito viene asociado al esfuerzo. 4. Dándoles la información adecuadaTenemos que acompañar el proceso de crecimiento de nuestros hijos transmitiéndoles la información adecuada. Yo me crié en una familia que ya no existe y no puedo intentar criar a mis hijas de la misma forma. Hoy en día es fundamental formar a nuestros hijos para el mundo que está viniendo (y que ya vino). Un mundo difícil, violento, de mentira, de abuso, de conflicto. Los padres somos quienes podemos brindarles la información correcta, todo aquello que necesitan saber y poner en práctica para convertirse en adultos responsables y emocionalmente sanos. Nuestra tarea muchas veces, aunque no les guste, es decirles: “No, todavía no”. El fruto de un “no” a tiempo puede ser valiosísimo.Los padres tenemos la hermosa oportunidad de marcarles el rumbo a nuestros hijos, de decirles: “Por acá sí; por acá no”. No temamos ponerles límites, cuando sea necesario, porque todo lo bueno que sembremos en ellos lo cosecharemos con creces.Si tenés alguna inquietud, podés escribirme a [email protected] StamateasLicenciado en Psicología, Sexólogo Clínico, Escritor y Conferencista Internacional.




Discussion about this post