En 2012, Esthela Clark decidió "comprar" a una mujer en México por 3.000 dólares. Se trató de una joven de 22 años a quien pretendía usar como un vientre de alquiler para poder tener un hijo. Durante dos años, Clark y su marido mantuvieron secuestrada y esclavizada a la joven, a quien sometieron a innumerables vejaciones durante más de dos años.Clark quería tener un hijo y, como no lo conseguía, comenzó a inyectar a la chica el semen extraído de preservativos usados por el novio de la acusada.Según el reporte policial, la pareja tenía sexo con profilácticos y de ahí recolectaba la secreción para usarlo en el rústico procedimiento.Las inyecciones de semen, relató la víctima, se repetían hasta cuatro veces por día, y se llevaron a cabo durante nueve meses, tras los cuales la mujer comenzó a maltratar física y psicológicamente a la mexicana, a la que también hizo pasar hambre, pues consideraba que su exceso de peso era lo que le impedía embarazarse.Los abusos de la mujer aumentaron, ya que llegó a forzar a la mujer a tener sexo con dos extraños y la obligaba a trabajar sin pagarle un centavo.La mujer pasó más de dos años en esas condiciones hasta que finalmente, en 2015, se descubrió su situación. Esthela Clark fue acusada de traficar, albergar a inmigrantes ilegales, tráfico de menores, labor forzada y apoyo de tráfico de esclavos. Esta semana la causa llegó a juicio y la mujer fue encontrada culpable y condenada a 20 años de prisión.Fuente: Minuto 1





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