El plan de vuelos domésticos "ultra baratos" que el oficialismo viene promocionando desde el año pasado había generado una enorme expectativa. Incluso el propio Presidente se encargó de afirmar que este trascendental cambio en la política aerocomercial iba a provocar una verdadera “revolución”.Además, la oferta que lanzó la aerolínea Level -del consorcio IAG, conformado por Iberia y British- que agotó en tres horas tickets con destino a Barcelona por menos de 6.300 pesos, parecía ser la inauguración perfecta de este sistema. Sin embargo, las primeras precisiones que están llegando desde el propio Gobierno anticipan que la iniciativa finalmente tendrá poco o nada de “low cost”. Lo confirmó el mismísimo ministro de Transporte Guillermo Dietrich, quien afirmó que el plan oficial de apertura de los cielos no tendrá nada que ver con el régimen vigente en otros países. El problema clave es que el macrismo no avanzará con un paso fundamental para que en la Argentina se puedan ofrecer vuelos realmente baratos y para todos los destinos: quitar el piso mínimo de tarifas. Sin esta medida, será imposible que las compañías comercialicen tickets a valores verdaderamente económicos, como ocurre en buena parte de la región. La banda de precios vigente para el mercado argentino impide que una ruta clave como es la de Buenos Aires-Rosario cotice por debajo de los 800 pesos.Dada la restricción, en el sector aeronáutico no dudan en tildar al plan de “cielos abiertos” como un mero artilugio publicitario que no tendrá impacto positivo a gran escala en los bolsillos de los particulares, más allá de algunas rebajas puntuales. En la Argentina no habrá “low cost”, según Dietrich.En este contexto, causaron sorpresa las declaraciones del propio ministro Dietrich, quien se encargó de recalcar que las nuevas líneas aéreas operarán en la Argentina “no son low cost”. El funcionario detalló que estas compañías “que se están instalando en el país, son empresas que sólo se registran, compran aviones, ponen oficinas en Argentina y contratan personal local, esa es la realidad”.Dietrich buscó así desterrar el uso de este término -muy popular en el exterior- a la hora de referirse al nuevo sistema que comenzará a regir tras la entrega de rutas licitadas por parte del Gobierno. Desde el macrismo se están empeñando en transmitir el mensaje de que ninguna de las empresas existentes ni la gran mayoría de las que están comenzando a operar reúnen todas las condiciones necesarias como para entrar bajo la categoría de “bajo costo”.En el sector aseguran que la decisión oficial de no liberar el piso de tarifas y este repentino cambio de discurso obedece a las fuertes presiones ejercidas por la Unión Tranviarios Automotor (UTA), que busca evitar a toda costa un golpe de gracia a las empresas de micros.Un plan “a medias”Fuentes del sector afirmaron que hay que olvidarse de volar a “precios regalados” y que esta mayor competencia, a lo sumo permitirá observar “bajas puntuales para destinos puntuales”. Se prevé que en rutas ya consolidadas como Salta, Bariloche o Mendoza, el abaratamiento de los tickets no será superior al 10%. Son puntos a los que ya se está volando muy cerca del piso, así que la oferta ampliada no acarreará un cambio drástico en los valores. Para destinos como Chaco, San Juan o La Rioja, las rebajas podrían llegar al 15%, según Franco Rinaldi, un reconocido especialista del sector. Sin embargo, las ciudades menos consolidadas difícilmente se abaraten. Actualmente, un ticket de Buenos Aires a Catamarca rara vez baja de los 4.500 pesos, mientras que a Salta vale casi la mitad. Rinaldi calificó las tarifas actuales de “abusivas”, ya que “los precios mínimos que vienen cobrando Aerolíneas o Austral para esos destinos duplican el piso fijado para la banda tarifaria”. El problema es que estas rutas no tan masivas no figuran entre las más solicitadas por Andes, Alas del Sur o American Jet. “Hay mucho de marketing sobre las low cost”, enfatizó Diego Dominelli, director de Aviación en Argentina. “Los precios van a bajar hacia algunos destinos pero únicamente porque estaban muy elevados respecto del piso. Además podrá haber otras rebajas pero por promociones puntuales que lancen algunas compañías. Pero no será completamente generalizado”, añadió.Un caso que sirve para ilustrar el impacto real que tendrá en los bolsillos la política de “cielos abierto” se observa en el caso de Andes Líneas Aéreas. En lo que fue divulgado como el inicio de las “low cost” en la Argentina, hace unos días la firma promocionó el trayecto Buenos Aires-Mendoza a un valor que rozó los 2.100 pesos.“Se abrió el mercado y el consumidor tendrá mejores precios, más horarios para elegir y el beneficio es para todos”, declaró Gabriela Testa, titular del Ente Mendocino de Turismo (Emetur). En tanto que Bernardo Racedo Aragón, gerente de la compañía acotó: “Nos propusimos tratar de ser la primera empresa que tenga tarifas inteligentes en la Argentina. Por eso venimos con un precio de 2.096 pesos ida y vuelta, que le va a permitir a todas las franjas de mercado poder aspirar a volar”. Sin embargo, Dominelli argumentó que “Andes lleva más de 10 años en el mercado aeronáutico y su estilo de servicio no tiene nada que ver con las características de las ‘low cost’ en el mundo”.“Lo que hizo el Gobierno fue otorgarle una ruta y la compañía puso una oferta lógica pero solo para una parte de sus asientos. Otra vez primó el aspecto publicitario antes que otra cosa, porque tampoco es que el precio que publicitó esté muy por debajo de lo que ofrecen Aerolíneas o Latam para el mismo destino”, dijo Dominelli.Particularidades del sistema• Todas las tarifas que propone están por debajo de las de las compañías tradicionales.• El pasajero debe abonar por los diferentes servicios que se ofrecen durante el vuelo, así como por el equipaje que supere determinadas dimensiones o peso.• Estas firmas cuentan con aviones propios, en general nuevos, que les permiten lograr mayor eficiencia y productividad.• No suelen tener oficinas de atención al público y tratan de efectuar toda la venta de tickets de manera directa, vía Internet, evitando la mediación de las agencias de viajes.• Llegan a aeropuertos llamados de “segundo nivel”, que suelen estar lejos de los centros urbanos.Fuente: iProfesional





Discussion about this post