Antes del inicio del match se sucedieron algunos incidentes ya que varios simpatizantes intentaron ingresar con entradas falsificadas y de la refriega quedaron como saldo 7 heridos, 15 detenidos y destrozos en comercios aledaños al reducto. José Sand inauguró el tanteador a los 34 minutos del primer tiempo para el dueño de casa mientras que Ariel Rojas logró emparejarlo a los 3 del complemento para el "Millonario". Gonzalo Martínez, a los 33 minutos de la segunda etapa y Carlos Auzqui sobre el final del tiempo reglamentario, cerraron la cuenta para la visita. Los primeros diez minutos mostraron una neta superioridad del local frente a un River demasiado atado, con la peligrosidad de Acosta y un aceitado juego de conjunto que dejaron en exposición una mejor performance de Lanús aunque luego la visita comenzó a equilibrar en la mitad de la cancha. Cuando el cotejo había caído en una meseta, una escapada por izquierda del tan peligroso como discutidor Acosta derivó en un pase a Sand, quien definió con el arco libre luego que Batalla le tapará un disparo franco a Silva después de una caída inicial del "Pepe". Una más que evidente extralimitación en el festejo del veterano artillero "granate", que no hizo más que reflejar el resentimiento que lleva consigo hacia su exclub, quedó un tanto eclipsado al estrellar Gonzalo Martínez un tremendo remate desde fuera del área en el travesaño a segundos de la apertura del marcador, eventual conquista que le hubiera otorgado justicia a un trámite tan equilibrado como entretenido. Lo que se le negó al "Pity" al final del primer período lo pudo concretar Ariel Rojas en clara posición de adelanto al inicio del complemento, al capturar en el área una pelota sin destinatario fijo para vencer a Andrada con un remate alto. Pese a que el equipo de Gallardo no tenía generación de juego por la opaca actuación de Fernández y las intermitencias que mostraba el citado Martínez hasta ese momento, circunstancias que dejaron huérfanos a Driussi y Alario y pese a que el tanto del retornado volante debió ser invalidado, el empate no podía discutirse ya que Lanús comenzó a evidenciar un rendimiento notoriamente en baja luego de un comienzo más que prometedor. Promediando la segunda etapa el anfitrión no tuvo la fluidez en el traslado de la que suele hacer gala, seguramente ante la influyente partida de Miguel Almirón, cediéndole paulatinamente la iniciativa a la formación de Gallardo, quien se mostró injustificadamente fastidioso hacia la terna arbitral por algunos fallos que no admitían segundas interpretaciones. El tiro libre ejecutado por el exjugador de Huracán que dio en la barrera descolocando al golero Andrada antes de ingresar sobre su palo derecho, no resultó más que la consecuencia lógica de una evidente superación del elenco de la banda roja en contraposición al ostensible quedo que experimentó la formación de Almirón, que una vez en desventaja no contó con el carácter necesario como para arrinconar a su adversario en pos de nivelar el score.Lejos de comprometer a Batalla, Lanús debió soportar el tanto que le dio el golpe de gracia sobre la expiración del tiempo reglamentario a través de una definición del ingresado Auzqui, quien recibió sin marcas una asistencia de Alario, en el único aporte positivo del longilíneo atacante del visitante. Fuente: Agencia de Noticias NA





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