En las últimas horas, la Justicia provincial le dictó la prisión preventiva a un hombre de 32 años por abusar sexualmente de sus dos hijos, una niña de 10 años y un varón de 13, a quienes además filmaba teniendo relaciones y los obligaba a mirar películas pornográficas.La resolución fue adoptada por el magistrado Horacio Heriberto Alarcón, al frente del Juzgado de Instrucción 2 de la Segunda Circunscripción, con asiento en Oberá, según confiaron las fuentes a PRIMERA?EDICIÓN.De esta manera, el detenido quedó formalmente sujeto a un proceso por el que se lo acusa del delito de “abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo, dos hechos”, precisó un portavoz del caso. Continuará en esa condición a la espera de que la causa sea elevada a juicio oral y público.Al decir de las fuentes, el auto de prisión preventiva se enmarca en la gravedad de los hechos pero también en el riesgo procesal. En otras palabras, para la Justicia provincial, los elementos que por el momento obran en el expediente son suficientes para sostener la acusación formal que pesa sobre el acusado.Doble abusoEl caso salió a la luz el lunes 3 de octubre del año pasado, tras una discusión que mantuvo la madre de los menores con el ahora procesado. Luego de ese entredicho de pareja el sujeto abandonó la vivienda familiar. Esa situación fue un alivio para los menores de edad, quienes entonces se animaron a romper el silencio ante la ausencia de la figura amenazante que -aseguran- era su propio padre. Al enterarse de lo sucedido, aún sin poder creerlo, la madre de los hermanos se presentó ante la Comisaría de la Mujer de la Unidad Regional II, en Oberá, y radicó la correspondiente denuncia.En ese documento, la mujer plasmó la pesadilla que le relataron sus hijos, quienes contaron que mientras ella salía a trabajar o a realizar sus actividades diarias, el progenitor los obligaba a mirar videos pornográficos y mantener relaciones sexuales entre ellos.Por si fuera poco, mientras esa situación se producía, el hombre filmaba a sus hijos con el teléfono celular. Sin embargo, la pesadilla no terminaba allí. Es que la madre de las víctimas relató que una vez que finalizaba la relación entre los pequeños, la niña era abusada sexualmente por su propio padre.La investigación impulsada por Alarcón confirmó luego que el varón también era sometido a abusos por parte del hombre. Los pequeños relataron en Cámara Gesell una verdadera pesadilla. Allí aseguraron que no contaban lo que sucedía a su madre en virtud de las amenazas del hombre, quien les juraba acabar con sus vidas si decían una palabra de los hechos a la mujer o a cualquier otra persona.A las pocas horas de conocerse la denuncia, desde el Juzgado de Instrucción 2 obereño se libró una orden de captura sobre el sospechoso, quien no tardó en ser capturado por los uniformados y trasladado a la comisaría seccional Primera de Oberá, que intervino por cuestiones de jurisdicción.Además de la denuncia de la madre y de los testimonios de los chicos ante los profesionales, en el expediente también obran las imágenes extraídas del teléfono celular del imputado, prueba de los abusos a los que los dos niños eran sometidos en manos de su padre, nada más y nada menos.





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