El inusual caso se registró aproximadamente a las 17:45 de este sábado en el complejo habitacional A3-1. Desde allí, una familia desesperada llamó al 911 al ver que la cabeza de un menor de 3 años quedó atorada dentro del espacio para parlante, en la parte trasera de un auto Ford Falcon abandonado. El episodio se dio cuando el menor jugaba dentro del rodado.Inmediatamente llegaron al lugar los integrantes de la división Bomberos Garupá, quienes pusieron a salvo al chiquito luego de varios minutos de dramatismo, tensión y cuando ya el oxígeno empezaba a faltarle al pequeño.También intervino la Ambulancia de la Red de Traslado y efectivos de la comisaría 14ª. El chiquito resultó ileso.





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