El Tribunal Oral Federal de esta capital, rechazó la apelación del fiscal general, Rubén Ángel González Glaría, a la sentencia que absolvió al alférez Ramón Silvera, acusado de cobrar coimas en 2009 en un puesto de control vial que tenía a su cargo en El Arco de la ruta nacional 12.La resolución a la que tuvo acceso PRIMERA EDICIÓN, correspondió al recurso de casación interpuesto ante el fallo del 15 de noviembre del año pasado emitido por los jueces Norma Lampugnani, Manuel Alberto Jesús Moreira y Mario Hachiro Doi, que no solo correspondió a la absolución de toda culpa de Silvera, también a la anulación de toda la investigación realizada por la Instrucción y a la apertura de una investigación que incluye a exaltos mandos de la Agrupación IV “Misiones” de Gendarmería Nacional durante 2009.Conzález Glaría interpuso la casación contra dicho pronunciamiento ante “supuesta arbitrariedad, careció de fundamentación y no constituyó una derivación razonada del derecho”. El 20 de diciembre de 2016, el Tribunal rechazó el reclamo fiscal y lo remarcó como “inadmisible”, atendiendo a que el Ministerio Público Fiscal (en el debate oral a cargo de Vivian Andrea Barbosa), al momento de pronunciar su alegato, circunscribió la imputación a los delitos de “exacciones ilegales en la modalidad de concusión, en concurso ideal con el delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público”, y solicitó una pena de dos años y seis meses de prisión y cinco de inhabilitación (artículos 266, 248 y 54 del Código Penal).Al respecto el Tribunal dijo: “Este solo pedido de pena, inhabilita para recurrir en casación por imperio del artículo 458 del CPPN, que establece para la viabilidad que la pena pedida exceda los tres años de prisión. El escaso monto punitivo quita legitimación al recurso”.En cuanto a la presunta “arbitrariedad” del Tribunal en cuanto a la absolución de Silvera, los jueces replicaron que “el Fiscal General, probablemente porque se vio privado de aquilatar la verdadera sustancia del juicio oral y público (…) La actitud dubitativa de algunos testigos al responder, la mirada furtiva de otros, el tono soberbio del testigo Matías Fernández quien con su actitud autoincriminante obligó a tener que relevarlo de la obligación de decir la verdad como testigo, y fue su declaración la que condujo a cerrar el círculo en torno al proceso viciado desde el inicio”.Ramón Silvera -de 40 años, alias “Monchi” y oriundo de Concepción de la Sierra- fue absuelto de la acusación por “cohecho y mal desempeño de los deberes de funcionario público”. El Tribunal encontró errores en la instrucción de la causa, la que se inició a mediados de 2009 y sospechaba sobre el cobro de coimas a transportistas en el puesto de control en el límite entre Misiones y Corrientes, pero también en otros tramos de la ruta 12, como en el ingreso a Candelaria.




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