La tierra colorada embruja, atrapa, y eso les pasó a Vane y Leo cuando llegaron a los Saltos del Tabay, allá por 2009, y ya no pudieron dejar la provincia. Desde entonces recorren escenarios presentando las obras que producen con “El castillo Vagabundo”, grupo que será parte de los festejos por el aniversario de Teatro de los Cajones, donde estarán esta noche, desde las 20, con “La hora de despertar”.“Vinimos desde Buenos Aires, en septiembre de 2009, a acampar a los Saltos del Tabay, hicimos un alto en nuestras vidas”, contó Leo a PRIMERA EDICIÓN y añadió que al mes de estar aquí “empezamos con nuestro trabajo artístico, casi sin proponernos comenzamos a construir muñecos, hacer coreografías y canciones, en el acampe, con cosas recicladas. Así armamos una obra que estrenamos en diciembre de ese año, se llamó ‘Animalitos’ y contaba un poco las peripecias que nos sucedían en el monte llevado a lo fantástico”.“Animalitos” subió a escena unas 150 veces, entre escuelas, centros culturales, hogares de ancianos, de niños… “donde hubiera espacio para hacer una obra, ahí nos metíamos”, confesó el artista, que en la capital llevaba una vida relacionada al arte, pero de manera diferente.Vane “es docente de nivel inicial e inglés, hacía prácticamente quince años trabajaba en el ámbito de las escuelas enfocada en la parte artística, armaba espectáculos, comedias musicales, en castellano, inglés, siempre con una guitarra en sus brazos”, confió Leo.Y agregó que en su caso “fue un poco más ‘profesional’, empecé con la murga porteña allá por el 99, aproximadamente, después me llevó la uruguaya, que tiene aspectos más desarrollados y me empecé a vincular con murguistas profesionales, con quienes armamos un espectáculo muy lindo, ‘Camorra’, en 2001-2002, años muy difíciles y a pesar de eso se mantuvo en cartel. Seguí en contacto con Alejandro Balbis, ahora un músico que vende muchos discos, unos cuantos años haciendo música, grupos corales, eso nos llevó a trabajar con bandas grandes, como ‘Bersuit Vergarabat’, ‘La Vela Puerca’, ‘Árbol’, ‘No te va gustar’, éramos el coro murguero que hacía de soporte vocal en las canciones en las que utilizan esa sonoridad, así muy rápido, sin quererlo, me encontré cantando en el Luna Park, en River, en Ferro, poniendo la voz en pocas canciones, pero la experiencia fue fuerte, sin tener una experiencia previa me encontré viviendo experiencias de todo tipo”, recordó.Pero “eso terminó en 2004, cuando me dediqué a una banda que se llamó Los Señores, cinco cantantes que aprendimos a tocar instrumentos, grabamos un disco e hicimos una linda carrera en Buenos Aires, entre 2005 y 2009, cuando vinimos a Misiones, fue como el momento de corte y empezar de cero, olvidarse de todo lo que uno creía ser y empezar de cero de verdad. No es fácil, pero era necesario, había un impulso muy fuerte en los dos que nos decía por acá no es, hay que buscar otra cosa, con mayor profundidad en nosotros mismos y por ende afuera”, confesó.Por qué los Saltos del Tabay“En Buenos Aires buscábamos lugares, los fines de semana íbamos a acampar donde hubiera un espacio, nos tiraban los bosques, los árboles, no la playa, un día, en tiempos de plena gripe A, cuando todo el mundo andaba con barbijos, vimos un video de los Saltos del Tabay, en julio, y nos voló la cabeza, pedimos licencia en los trabajos y nos vinimos con dos mochilas, instrumentos y todas las ganas de empezar de nuevo, de aprender a vivir”, sostuvo Leo.Y fue allí donde nació “El castillo vagabundo”, con una primera obra que estrenaron en el camping, en diciembre, y de donde se mudaron cuando se inició la temporada de verano.“En Jardín América estuvimos dos años, costó mucho lo económico, nos corrimos a Puerto Leoni, donde vivimos dos años y medio, con el mismo trabajo, muchos talleres, de expresión corporal, danza, iniciación musical, títeres, luchando con la carencia de espacios, y hace tres años y medio nos pasamos a Capioví, donde pudimos empezar a cosechar un poquito, por lo artístico y materialmente, porque conseguimos trabajo también” mediante sus respectivos títulos, él es abogado y ella docente, apuntó Leo.“Durante los primeros cuatro años hicimos ‘Animalitos’ y los talleres, luego paramos un poquito, hicimos dos años de radio, en Jardín América y Capioví, siempre con el ‘El castillo Vagabundo’, el leitmotiv que le pusimos por la película que nos marcó. En febrero de 2016 estrenamos ‘La hora de despertar’, obra de teatro musical, cómica, que usa el absurdo, el realismo bastante mezclado, canciones y danza”, describió.“En el interior te dicen ‘no hay nada en Misiones, por ahí en Posadas’, pero no veníamos mucho, a partir de estrenar esta obra nos empezamos a acercar al ambiente, a averiguar dónde hay espacios y empezamos a encontrar, en Eldorado, Puerto Rico, la Murga de la Estación, el Centro Cultural Vicente Cidade, Espacio Reciclado, la Murga del Monte; nos vieron trabajar y gente del teatro nos sugirió anotarnos en el Instituto Nacional del Teatro, ese fue un punto de inflexión”, aludió el actor.E hizo hincapié en que “con un poquito de apoyo económico estamos enderezándonos. Nos vamos a presentar en la Fiesta Provincial del Teatro, con perspectivas, gente que se quiere sumar al grupo, nos vinculamos con artistas de otras ramas. Capioví, donde no había nada de teatro, se está abriendo un poco”, se esperanzó Leo, entendiendo que “el arte hecho con profundidad y de corazón puede educar, transformar, dejar un mensaje y todo lo que hacemos apunta a eso”.





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