Elisa De Souza (47) peleaba anoche por su vida tras ser atacada a tiros por su expareja en una parada de colectivos del barrio San Lucas de esta capital.El acusado de apretar el gatillo es el padre de los diez hijos que ambos involucrados tienen en común, y justamente la tenencia por los más chicos habría sido el inicio de una discusión que casi terminó de la peor forma. En medio del demencial ataque, perpetrado este miércoles minutos después de las 8, un joven que esperaba un micro en el lugar también resultó herido, pero con una lesión mucho más leve (el balazo impactó en uno de sus dedos de la mano derecha). Arnaldo (22) prácticamente le salvó la vida a la mujer, en virtud de que ella se resguardó detrás de él al ver que el tirador estaba dispuesto a todo. El testigo presencial del hecho y quien además resultó víctima de la citada “lluvia de plomo”, dialogó en forma exclusiva con este Diario. En base a datos de la Policía, a las 8.10 un hombre sindicado como la expareja de Elisa De Souza, de 52 años y oriundo de Ituzaingó, en Corrientes, abrió fuego contra la mujer, que se hallaba en una parada ubicada en la esquina de Avellaneda y la calle 156 del citado barrio del sur capitalino. Un joven que circunstancialmente se hallaba en el mismo lugar recibió un disparo en su mano derecha, en tanto que Elisa sufrió al menos tres impactos de bala, uno de los cuales le habría afectado órganos vitales. Uno de los tiros dio en el brazo izquierdo, mientras que el otro fue a la altura del hemitorax derecho. Anoche la mujer permanecía internada en estado desesperante en el hospital Ramón Madariaga. Al caer la tarde se informó que la víctima se hallaba en coma farmacológico o inducido, en virtud de que hoy sería intervenida quirúrgicamente. Con datos que habría aportado la misma víctima a los efectivos, personal de la comisaría seccional Octava capturó al sospechoso. Fue a las 14.15, en una zona de malezas de un sector de la ciudad conocido como Villa Cariñito, sobre la colectora Juan Manuel De Rosas, a metros del puente sobre el arroyo El Zaimán. El individuo no opuso resistencia al arresto y se ubicór el arma de fuego supuestamente utilizada en el hecho, un revólver calibre 22, cargado con ocho balas, que tenía dos casquillos.





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