La basura, las aguas servidas circulando por los pasillos, la marginalidad y hasta el analfabetismo eran parte de un crudo paisaje, hasta hace poco, en uno de los sectores más pobres de Miguel Lanús, donde la intervención de una voluntaria, Violeta Nestor, marcó un modelo a seguir. Se trata de un asentamiento situado a pocas cuadras de la avenida Juan Perón y Costanera Sur, donde la mujer se quedó movilizada por “hacer algo más”, después de haber participado en una jornada de construcción de casas de emergencia en el lugar. “Me di cuenta que mi tarea no podía concluir ahí, fue una gran alegría poder entregar una casa a esa familia que lo necesitaba, pero había mucho más por hacer, quede movilizada, triste, indignada, viendo a esos niños viviendo bajo esas condiciones. Me movilizaron el alma, por eso decidí tomar parte y de a poco el barrio dejo de ser sólo un escenario terrible para transformarse en un sentimiento, permitiéndome llegar de otra forma, conociendo a la gente, desde otro lugar, desde la humildad, la empatía, sin juzgar, tratando de aprender de esa pobreza con la que todavía conviven”, dijo Violeta a PRIMERA EDICIÓN en una charla en la cual hizo visibles los sueños y anhelos de tantos vecinos de tener una mejor vida. “Fuimos organizando reuniones con las mujeres y los niños en una esquina, jugando con juguetes que fui llevando de casa y de donaciones que se fueron sumando. Más tarde conseguimos un salón prestado por la Iglesia del lugar, comenzamos a hablar de las urgencias, de las expectativas y de los sueños de cada una, para mejorar la calidad de vida de su familia y la del barrio”, relató.Para alegría de Violeta, de esas charlas fueron surgiendo muchas cosas positivas: “los sueños se transformaron en esperanza y motores de la voluntad. Hicimos formalmente un pedido de las urgencias, la municipalidad se acerco para realizar una limpieza de los basurales y ahora estamos a la espera de la canalización de las aguas podridas que tanto contaminan el ambiente del lugar y de algunos contenedores para que la gente deposite ahí la basura que por ahora se arrojan a cielo abierto en un predio cercano”, dijo. Mucho por hacerEn el barrio se esta formando una asociación civil, ya organizaron la comisión barrial, y la proyección apunta a que la Entidad Binacional Yacyretá les ceda un terreno en el cuál pretenden construir un salón de usos múltiples, para que funcione una guardería, para que las madres puedan salir a trabajar más tranquilas, una biblioteca (lo más solicitado por los niños) quienes también podrán recibir apoyo escolar y que a la vez sirva para el dictado de talleres de arte y de lectura, y además un espacio para que por las noches se dicten cursos de capacitación en oficios para adultos”.Y así, contó, fueron generándose proyectos “y no por mera casualidad si no por sincronía del destino, los acontecimientos nos fueron conectando con gente que fue ayudando a que las cosas vayan saliendo, es así que integrantes de la Biblioteca barrial 2 de abril, ahora nos proponen crear una filial en Miguel Lanús, una vez que se logre el comodato de la EBY” , señaló Violeta esperanzada.





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