La solidaridad y la buena voluntad del chef Emanuel Toranzo, quien llegó desde Buenos Aires a visitar a su amigo de Puerto Rico, Mariano Pujol, no se quedó en la comida comunitaria que prepararon para el barrio Fátima de Puerto Rico, sino que también alcanzó a la aldea El Pocito de Capioví. Es que, como contó Pujol a PRIMERA EDICIÓN, “nada fue planificado, cuando llegó Emanuel nos sentamos a tomar un mate y me dijo que no tenía problemas en aprovechar su visita y cocinar una comida comunitaria en un barrio pobre de la ciudad. Entonces, como me desempeño en la Municipalidad de Puerto Rico y conozco los barrios me contacté con María Antúnes que era cocinera de cuando todavía funcionaban los comedores, los cuales a causa del recorte de presupuestos para estas asistencias del Estado, se cerraron la gran mayoría de los merenderos y comedores que dependían de la comuna. Así salió la comida en el barrio Fátima” (caso publicado oportunamente por este Diario). Sin embargo, la buena voluntad de los amigos -Emanuel y Mariano- no se quedó allí. Como Mariano juega al fútbol y le tocaba disputar un partido en El Pocito, Emanuel decidió acompañarlo. “Y entonces pensamos, podemos hacer una comida también ahí para la gente de la aldea, y así salió. Hablé con la Municipalidad de Capioví, ellos donaron los pollos y conseguimos el restos de los ingredientes. Emanuel cocinó para 340 personas, que son todos los integrantes de la aldea El Pocito”, contó Pujol.Además, el ambiente se tornó tan agradable, y despertó tanto el interés de los miembros de la aldea y de la escuela, que Emanuel mientras cocinaba les dio una clase de cómo cocinar una comida nutritiva y saludable. Qué aporta al cuerpo cada ingrediente que usó y después les hizo degustar la comida que ellos mismos vieron cocinar. “La experiencia fue fantástica, Emanuel se fue muy contento, estuvo una semana de visita e hicimos todo esto, así que prometió volver. Con estos objetivos nos organizaremos para ver qué hacemos. Lo que destacamos es que nosotros publicamos las fotos de lo que hicimos en Facebook, y un montón de gente de Buenos Aires se contactó con nosotros para saber de qué forma puede ayudar. Quedaron en contactarse con la gente y ver cómo aportar su granito de arena, esperemos que puedan hacerlo. Así que más satisfacción aún, saber que mostramos lo que hicimos y otros quieren hacer algo para ayudar a los que menos tienen también”, se emocionó Pujol. Emanuel Toranzo enseña cocina en una escuela de Buenos Aires, y contó Mariano a este Diario que el chef “se fue realmente muy contento, él dice que hacer estas actividades alimentan su alma. Así que pensando de esta forma, todos salimos muy satisfechos, la gente que pudo disfrutar de su arte culinario y él que se sintió más que bien haciendo lo que le gusta y con el plus de ser solidario”.





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