Por ahora la cuestión se mantiene en el marco de un respetuoso pero firme intercambio epistolar, aunque podría desmadrarse si es que la empresa eléctrica provincial insiste en minimizar la requisitoria del organismo oficial. El titular de la Defensoría del Pueblo de esta ciudad volvió a mandar una nota formal a Emsa para que informe si los transformadores que la prestataria abandonó en el predio de la exusina Sulzer, en la bahía El Brete, funcionaron o tienen restos del peligroso aceite contaminante y cancerígeno denominado PCB, un refrigerante que se usó hasta hace una década y que fue prohibido en el país, pero que podría estar presente en material eléctrico en desuso. La nota que salió con destino a las oficinas de Emsa la semana pasada fue la segunda tras la contestación con evasivas a la primera requisitoria por parte de la empresa. “Le pedimos información precisa y nos contestaron con un estudio realizado sobre muestras de aceites refrigerantes del año 2007, que según entendemos, no prueba de dónde salieron las muestras por ser demasiado genérico. Nos aseguraron por nota que todo el material que tenía o usaba PCB fue reemplazado por el fin de su vida útil, y que los restos fueron remitidos a otro lado para su disposición adecuada, pero no nos dieron una sola prueba de todo lo que afirman” señaló el defensor del Pueblo, Alejandro Cohen. Por ello, la nueva nota remitida a la prestataria insiste en la necesidad de que se respondan adecuadamente las preguntas iniciales: marca, modelo, número de serie y demás datos de cada uno de los transformadores abandonados a metros de la playa pública; cantidad exacta de los que se encuentran estibados a la vista de todos y a la intemperie, y especialmente si alguno de ellos funcionó o con aceites refrigerantes que hayan contenido PCB, todo ello respaldado por la documentación correspondiente. “Lo anterior no respondió concretamente a nuestra consulta, por lo que no es satisfactorio lo que contestaron hasta la fecha” reiteró el funcionario. AbandonadosHace por lo menos dos años se encuentra abandonada la exusina Sulzer, ubicada en la costanera a la altura del balneario El Brete y la bahía que se formó tras las obras de Yacyretá. El edificio donde funcionó la infraestructura que generaba energía para la capital está derruido, con los ventanales rotos y gran cantidad de material herrumbrado en su interior. En el patio, a la vista pública y a metros de la arena de la playa El Brete, al menos un centenar de transformadores se resigna a su destino de chatarra inútil y visualmente desagradable. Más allá de la inacción oficial en torno a la infraestructura que Emsa ya no utiliza por la afectación de las obras complementarias de la EBY, la posible presencia de material contaminante dentro de los transformadores siempre preocupó a los vecinos, particularmente porque hasta el momento la empresa eléctrica no ha probado, con análisis concretos, la inexistencia del mismo en una zona tan concurrida y con la posibilidad de que cualquier producto tóxico se derrame por inercia a la costa y al río. Hace un año, unos 400 vecinos adhirieron a una campaña digital para que se retiren los transformadores en la plataforma “hagamoseco.org”. “Uno de los temas que no ha sido abordado oficialmente por la Municipalidad de Posadas es el de la contaminación por PCB (bifenil policlorado), en la zona de la exusina de Emsa, precisamente cerca del balneario El Brete. Esta sustancia contaminante que usualmente se utiliza en los transformadores de energía como los que están sepultados en la zona de El Brete, podría estar contaminando las aguas de una manera mucho más grave y silenciosa. Se trata de una sustancia cancerígena que no tiene un efecto inmediato, de allí su peligrosidad, porque es mucho más difícil de advertir. Sin embargo, para los funcionarios municipales y provinciales, así como los que forman parte de Emsa o la EBY (Entidad Binacional de Yacyretá), el tema del PCB en la zona de El Brete es tabú y jamás analizan públicamente, el problema. Y ello pese a que es oficial que los transformadores siguen enterrados en el lecho del río Paraná”, señalaba la iniciativa que fue remitida como petición al entonces gobernador misionero, Maurice Closs.Técnicamente, la consulta formal de la Defensoría del Pueblo es la primera acción oficial que se conoce para develar el misterio, que de confirmar certeramente que la sustancia tóxica no existe en la zona, traería tranquilidad a los vecinos y a toda la población de la capital; pero que de develar la presencia del cancerígeno, derivaría en un escándalo de proporciones inimaginables. ¿Qué destino le darán a la exUsina?El predio de la exusina Sulzer, ubicado entre las avenidas Almafuerte y Santa Catalina en la zona de El Brete, deberá pasar a manos de la EBY cuando la binacional avance en su reposición funcional, que se dará con una fuerte inversión en La Tablada, al sur de la avenida Cocomarola. Mientras este traspaso no suceda, el edificio de la usina abandonada y todo lo que contiene “siguen siendo responsabilidad de la empresa eléctrica provincial”, señaló una fuente. Hace dos años, el entonces director ejecutivo de la EBY, Oscar Thomas, expresó su intención de convertir a la vieja usina en un nuevo centro cívico provincial, adecuando el espacio y mudando allí las oficinas públicas que ya no debieran funcionar en el centro porque complican el tránsito o dependen de alquileres onerosos.





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