Diversos factores relacionados con la coyuntura social hicieron que en Misiones se incremente el número de ollas que se preparan en las tres cocinas centralizadas, una en Itaembé Miní, una en Miguel Lanús y otra en Santa Rita. Según datos del Ministerio de Desarrollo Social, a inicios de 2016 se cocinaban 45, pero con el paso de los meses y conforme a la demanda de la gente, ese número aumentó en 23, por lo que en la actualidad se cocinan 68 ollas que se distribuyen a más de cinco mil comensales en la ciudad capital. “Arrancamos el año con 45 ollas y cada una da alimento o ración a entre 80 y 90 personas”, señaló el ministro de Desarrollo Social, Lisandro Benmaor, en diálogo con PRIMERA EDICIÓN. “Después de un relevamiento, de poner gente preparada en la temática y por una demanda social, debimos dar respuesta y aumentamos en 23 las ollas. Ahora estamos en un total de 68”, agregó. Si cada olla de comida que se elabora en las cocinas centralizadas de la ciudad dan de comer a alrededor de 90 personas, eso quiere decir que en Posadas dependen de ese alimento más de 5.000 personas. “Aumenta el número de comensales porque la demanda social, tanto provincial como nacional, pasa por muchas cuestiones. La alimenticia es una de ellas y es una de las quizás más trascendentes e importantes. Como Ministerio de Desarrollo Social tenemos la obligación de dar respuesta a la sociedad, por eso aumentamos el número de ollas y de comensales. Cuando desembarcamos en el Ministerio vimos esta situación y empezamos a hacer un relevamiento para emprolijar esta cuestión de las comidas comunitarias”.Por otro lado, Benmaor señaló que el ministerio distribuye víveres a 60 asociaciones en toda la provincia como también a jardines, hogares, clubes y guarderías que suman un total de 20. “A eso hay que sumarle los 74 municipios de la provincia. Los intendentes nos piden ayuda en algunos lugares en particular”, remarcó y señaló que “todos los insumos son de proveedores provinciales”.Las cocinas centralizadas que funcionan en Posadas sólo distribuyen el almuerzo, de lunes a viernes. Pero hay merenderos y otros que ofrecen también el desayuno. “Es fluctuante de acuerdo al hogar y las situación”, consideró Benmaor y destacó que no todos comen en los comedores, sino que son muchas las familias que retiran el alimento y se lo llevan a su domicilio.Por otra parte, explicó que en el interior de la provincia hay otras cocinas centralizadas, pero “no dependen de nosotros” y señaló que “sabemos que hay cocinas, comedores y merenderos pero nosotros asistimos fundamentalmente a guarderías, asilos y algunas instituciones puntuales en cada uno de los municipios”.Sobre la calidadBenmaor defendió el sistema implementado en las cocinas al remarcar que “hemos hecho un gran salto de calidad en lo que es la comida”. Para ello, señaló que “nos hemos preocupado en contratar chef, un equipo de nutricionistas que son quienes asesoran en la confección del plato y, no sólo eso, sino que también dan charlas de capacitación en todo lo que es la preparación de la comida y la alimentación”. En los últimos días, un grupo de vecinos se manifestó frente al ministerio por la calidad de la comida, pero Benmaor señaló que “el reclamo es mucho más profundo pero se resume en mayor demanda de alimentos”. Las tarjetas solidariasLas tarjetas alimentarias que constan de un monto para la compra de productos alimenticios alcanzan a alrededor de 42 mil familias entre Posadas y el interior. Las de Posadas dependen de fondos provinciales y las del interior de Nación. Según explicó Benmaor, las dependientes de fondos nacionales tuvieron un aumento de 30% en el monto por lo que adelantó que “estamos confeccionando, no en ejecución, la posibilidad de poder brindar algo unánime y criterioso” para el monto de las tarjetas. Sucede que “en gestiones previas dicho monto dependía de la cantidad de hijos y habitantes del hogar, pero nosotros queremos hacer un precio único. Que no dependa de la cantidad de integrantes de la familia sino dar un monto económico al grupo familiar”. Por el momento, las tarjetas van desde los 150 pesos hasta los 300, que se utilizan únicamente para comprar productos alimenticios, “no se pueden comprar demandas personales. Está específica y exclusivamente destinada a alimentos”.Por el momento, no se están entregando más tarjetas solidarias, las únicas que hay ya se encuentran distribuidas. Las familias accedieron a ellas tras un relevamiento de asistentes sociales del ministerio que valoraron la situación económica familiar. Alimentación y estimulación tempranaPara finalizar, Benmaor explicó que las dos políticas en las que se encuentran enfocados son las relacionadas a la alimentación y la estimulación temprana. “Entendemos que esto sería capaz de elevar en el futuro la tasa del producto bruto nacional. Estas personas van a tener proyecciones y capacidades”, consideró.Para ello, “tenemos planes muy interesantes porque van a mejorar la calidad de vida de los misioneros. Contamos con planes como Hambre Cero, Primera Infancia, Estimulación Temprana y Pro Huerta, que son los que apuntan al tema alimentario fundamentalmente”. Explicó que hay otros, pero “esos son los que tenemos en ejecución, son muy importantes y se están encarando de una manera muy seria y profesional para que realmente llegue al beneficiario y así mejorar la calidad de vida de las personas”. Piden informes en ApóstolesLa intención es conocer cuál es el estado y la situación que viven los comedores de esta localidad. Es por eso que el concejal Gastón Caballero presentó un proyecto de comunicación de comedores comunitarios saludables, el último jueves en sesión. El mismo está destinado a saber con exactitud cuál es la situación en la que se encuentran los comedores ya que, según Caballero, “hay comedores y merenderos que no reciben ayuda del municipio”. “La situación económica es muy importante porque recordemos que cuesta conseguir trabajo, hay pocas empresas y los comercios que no están pasando un buen momento”, señaló Caballero.Para finalizar, el concejal apostoleño indicó que “tanto se habla del presupuesto municipal y hay quienes hablan de una partida injustificada de determinados gastos, me parece que esto no es un gasto injustificado, es una ayuda activa. Pasamos a comisión para ver cuántos comedores y merenderos hay e invitamos a quien corresponda para saber si tienen un censo y demás”.





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