La obra del Gasoducto para la región del Noreste Argentino (NEA) volvió a ser noticia nacional, esta vez por el informe que presentó el programa Periodismo Para Todos, conducido por Jorge Lanata y emitido por Canal 13. En este programa se mostraron imágenes del estado de abandono en el cual se encuentra la obra más importante para esta región del país, considerada una de las más grandes, con una extensión de 1.500 kilómetros de caños para unir el gasoducto Juana Azurduy, de Bolivia, con la provincia de Santa Fe y con paso por Formosa, Chaco, Corrientes y Misiones. En el informe se reveló que la empresa Servicios Vertúa fue la ganadora de la licitación para el primer tramo en Salta y que ya cobró 733 millones de pesos de los 1.280 millones presupuestado para toda la obra pública, que desde diciembre del año pasado está parada, mientras los habitantes del NEA siguen esperando el gas natural y sólo se conforman con las garrafas. El presidente de Enarsa, Hugo Balboa, confirmó que realizarán una auditoría, por unos cuatro meses, para determinar la situación de la obra, ver las áreas problemáticas y definir qué pasará con esta empresa y otras que no cumplieron con las obras. Incluso, confirmó que se podría llegar a licitar de nuevo. Caños inservibles“Todo eso ya no sirve más, hay que volver a cero”, aseguró a PRIMERA EDICIÓN el secretario del Foro Parlamentario del NEA e integrante del Foro del Gas, José Sesma, con respecto a los caños mal colocados en algunos trayectos de la obra. Cada caño de 24 pulgadas y de casi 13 metros de largo abandonado cuesta 8 mil dólares. Son caños especiales y sin costura que la empresa estatal Enarsa entregó a la compañía para el primer tramo del gasoducto. En el obrador también quedaron decenas de rollos de fibra óptica, con un valor de 5.000 dólares.El ingeniero Sesma reveló que “en el último año se apuró la obra, porque los misioneros, correntinos, chaqueños, se cansaron de puras propagandas que nunca se cumplieron, entonces se concretó el Juan Azurduy, luego empezaron a traer los caños para hacer las diferentes etapas hasta la localidad formoseña de Ibarreta. Pero lo que en realidad hacían era poner obradores, hicieron los zanjeos, ponían los caños, pero no avanzaba más y cobraron los certificados de obras anticipados, como es el caso de ésta empresa. Cobraron fortunas por colocar un caño sin respetar las normas de seguridad, ya que no estaban recubiertos, no están tapados o enterrados debidamente e inclusive sin el tratamiento específico para el mantenimiento”. “Hace años que estamos luchando para que la obra más importante del país se cristalice, es un resarcimiento histórico para la región y realmente nadie le da importancia, somos varios los profesionales que estamos luchando por traer el gas natural”, cerró Sesma.





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