Quedó muy atrás en el tiempo y en las costumbres el pasar una buena cantidad de horas en la cocina, y se esta en el extremo opuesto, con mucho uso de la comida rápida, procesada, industrializada o cocinada por otros, con un gran protagonista que es el microondas que lo soluciona todo. ¿Qué nos hizo oscilar así? Tal vez el hecho de que las mujeres salimos a trabajar y nos desarrollamos profesionalmente por lo que nos quedó poco tiempo y también por el bombardeo de los medios de comunicación que nos invitan a ser “liberadas” y a elegir la comida que viene de afuera.Lo cierto es que desde los talleres de cocina vegana observo que ya no se sabe cómo planificar y organizarse para cocinar, y que a su vez la comida resulte nutritiva y saludable para el grupo familiar. Por ello propongo tres ítems como ayuda para lograr una cocina práctica, teniendo en cuenta la escasez de tiempo.1)- Las compras o cómo organizar la alacena: lo mejor es tener por escrito el menú semanal o quincenal para comprar solo lo necesario, comparar precios y ahorrar. Realizar las compras de lo no perecedero, por ejemplo cereales, legumbres y semillas, una vez al mes o quincenalmente. Tratándose de frutas y verduras se adquieren una o dos veces por semana para que estén frescas: una visita a la Feria Franca y coordinar con un envío a domicilio de verduras orgánicas, lo cual es súper práctico.2)- El cocinar: lo más importante es tener las recetas a ¡mano! No sea que se planifique, por ejemplo cocinar quinua y a último momento darse cuenta que no se sabe cómo o no se tienen todos los ingredientes.–Cocinar los cereales y las legumbres en mayor cantidad de la que se va a usar. Luego guardar en potes para frizar etiquetados. Por ejemplo, hoy se almuerza guiso de lentejas y con lo frizado en otra ocasión se preparan hamburguesas de lentejas. Lo que se tenga congelado son salvadores para comidas de último momento. Se puede cocinar sopa de verduras, frizar, y luego utilizar agregando cereales, legumbres, fideos o como base de salsas naturales.–Las verduras de hoja se lavan todas de una sola vez, se secan con repasador y se envasan en bolsitas especiales para guardar en la heladera. Ahorra tiempo para preparar las ensaladas.3)- El equipamiento: hay inversiones que ayudan a preservar la salud: la juguera para hacer zumoterapia; la licuadora-mejor de 1500 watts-para preparar sopas crudas, ensaladas lìquidas, etc.; procesadora para los patés de semillas, mayonesas, etc.; y el horno eléctrico.Colabora: Hilda GonzalezExperta en Cocina [email protected]




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