Lo que reflejan los últimos datos en Argentina acerca del programa para refugiados sirios que lleva más de dos años, tiene sabor a nada. En los hechos, no se han superado los 300 trámites; pero en concreto, tampoco se recibió a ese número de asilados, ya que algunos de los que habían logrado el beneficio de no tener que pasar por un estricto régimen de visado, murieron antes de poder abandonar su país. En Misiones, los datos oficiales dados a conocer por la delegación de Migraciones son todavía más negativos: la provincia no ha recibido a un sólo refugiado, pese a que en 2012 desde la gestión que estaba al frente de Migraciones en ese momento (que inclusive había convocado a las asociaciones intermedias de la Tierra Roja) se anunció el planteo de estrategias de trabajo para favorecer el amparo humanitario, en una provincia donde también está asentada la colectividad, pese a no tener un número significativo ya que esa comunidad no supera las 30 familias distribuidas entre Posadas y Oberá. En diálogo con PRIMERA EDICIÓN Juan Manuel Holz, al frente de la delegación de Migraciones en Posadas, dio un panorama completo de por qué Argentina, pese haber un programa de concesiones de visados menos estrictos a sirios que buscan escapar de la guerra, no ha recibido tantos pedidos de asilo de miembros de esa colectividad.“El mayor problema esta dado por lo económico, es muy costoso comprar un pasaje para abandonar Siria, ya que se requieren unos dos mil dólares por pasajero”, explicó Holz. El otro elemento, según dijo, tiene que ver con la distancia entre países que no tienen nada en común, ni siquiera el idioma. Como dato relevante que brindó para interpretar la situación, las pocas familias descendientes de sirios que viven en Argentina (En Misiones sólo hay 30 familias) y todas pertenecen a una tercera o cuarta generación de inmigrantes quienes han perdido contacto con sus lazos familiares como para poder sacarlos de aquel país cuya guerra pasa por momentos muy violentos. Por su parte, algunos miembros locales de la colectividad se mostraron críticos con el programa de permiso de ingreso porque en los hechos “no hubo nada para recibir refugiados, lo único que hicieron las autoridades del país fue flexibilizar algunos requisitos, que tampoco fueron muchos, establecidos en el permiso de ingreso, que se le exige a cualquier ciudadano del mundo que busque entrar al país. El programa no funcionó a nivel Argentina, que además nunca fue un programa para refugiados, sólo se flexibilizaron algunas exigencias para otorgar permisos de ingresos, que si se compara con otros países, inclusive de Sudamérica, la cifra es nada”, deslizaron en diálogo reservado con este Diario.





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