Frutas cortadas a mano, azúcar, fuego lento y paciencia son los ingredientes fundamentales de estas sabrosas mermeladas ideales para acompañar panes y tostadas y endulzar así los días de invierno.Su autora es Aimé María Schwieters, licenciada en Composición Coreográfica por la Universidad Nacional de Arte (Buenos Aires) e instructora de yoga y pilates, quien con esta actividad artesanal logró reencontrarse con su otra gran pasión: la cocina artesanal.“Siempre me gustó mucho la cocina, preparar los alimentos con detalle. En 2014 comencé a experimentar con las mermeladas caseras”, contó a PRIMERA EDICIÓN. Recordó que los primeros ensayos fueron junto a Olga en la finca La Huella en la provincia de Salta. “Entre otras cosas, aprendí que las semillas de los cítricos contienen pectina que es la sustancia que ayuda a espesar el dulce. Entonces en la cocción se colocan las semillas de naranja o limón dentro de una telita para luego poder extraerlas con facilidad”, describió Aimé, exhibiendo los frascos de los diversos sabores que ofrece semanalmente en la Feria Consciente en el Paseo Bosetti (los sábados por la tarde).Gran despliegue de saboresDiez son los sabores con que ya cuenta la carta de dulces de Aimé María. Varían según la disponibilidad de los frutos en cada estación.Manzana y canela, naranjas, mandarinas, pera y manzana, ciruela y durazno, tomate, tomate y limón, batata. Un sabor especial con aires de infancia es la mermelada inglesa. “La preparaba mi abuela Ida, mi abuela paterna. Lleva manzana, limón y naranjas. Y también hago otra versión con una pequeña variante: reemplazo las naranjas por mandarinas”, señaló.Desde una perspectiva sustentable, Aimé promueve la reutilización de frascos. Casero, caseroDe cada tanda de mermelada salen entre seis y siete frascos de tamaño estándar. El proceso lleva alrededor de cinco horas: una y media de picado de la fruta que se hace con cuchillo, no con procesadora, y tres horas y media de cocción. Tampoco se utilizan conservantes artificiales. Entonces la “receta” para que los dulces se mantengan varios meses es, primero esterilizar los frascos hirviéndolos durante diez minutos. Cuando el dulce está listo se lo coloca caliente en cada frasco. Antes de taparlo, se esterilizan las tapas con alcohol. Luego de taparlos se deben colocar boca abajo para que el propio dulce “queme” el resto de aire que quedaba, y así se genera el efecto de vacío. Mientras Aimé preparaba con amor sus recetas especiales, su hermana fotógrafa profesional Aimará Schwieters hizo la producción que muestra cómo realiza los cortes de las frutas. Y ya decorados con telas de colores e hilo sisal, los frascos llegan a la mesa de la feria donde los ofrece, acompañada por su bebé Samuel y su esposo Jhonatan. ContactosLas mermeladas de Aimé María se consiguen en la Feria Consciente del Paseo Bosetti los sábados por la tarde. También pueden contactarse al (0376) 154819045 o por Facebook: Aimé María.





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