Los investigadores no tardaron en descubrir el lugar donde yacía el cuerpo de Obaldo Piriz (59). Las marcas de arrastre, evidentes, comenzaban en inmediaciones a la vivienda y acababan en el pozo de la letrina de la chacra. Allí, efectivamente, apareció el cuerpo, a poco más de un metro de profundidad y con un disparo en la cabeza.El hallazgo conmovió a Picada Belgrano y la zona del kilómetro 1.208 de la vieja ruta nacional 14 el sábado por la mañana. Fue uno de los encargados de la propiedad quien llegó minutos después de las 10 y descubrió que no todo estaba en orden en la chacra emplazada a unos ocho kilómetros de Aristóbulo del Valle, en dirección al norte.Unos pocos minutos después, alrededor de las 10.40, efectivos de la comisaría local y de la Unidad Regional XI de la Policía provincial llegaron al lugar y confirmaron que la advertencia previa era cierta. En la letrina, yacía el cuerpo de quien en vida fuera Piriz.No fue fácil el trabajo de los uniformados, que debieron extraer el cuerpo desde una profundidad cercana al metro y medio. Recién entonces descubrieron una herida importante de arma de fuego en el hueso occipital del cráneo, en principio con orificio de entrada pero no de salida. Todo indica que fue un disparo a corta distancia.Testimonios y periciasPiriz trabajaba como cuidador de la propia chacra donde apareció muerto. Compartía esa y otras labores con un sujeto de 36 años que el mismo sábado fue detenido por los uniformados de la UR-XI, sospechado de tener vinculación con el horrendo crimen.Mediante el testimonio de testigos, los detectives pudieron establecer que en la noche del último viernes Piriz fue visto con el detenido en las inmediaciones. Los investigadores chequearon la coartada del sospechoso y descubrieron que, al menos en un principio, era falsa. Por eso, decidieron apresarlo y trasladarlo a sede policial.El arrestado permanece a disposición del Juzgado de Instrucción 2 de la Segunda Circunscripción Judicial, con asiento en Oberá, actualmente a cargo por subrogancia de la magistrada Marta Arrúa. En las próximas horas podría ser citado a declarar.No obstante, el trabajo de las autoridades no había acabado. Anoche, al cierre de esta edición, un grupo de efectivos continuaba rastrillando la escena del crimen y las inmediaciones en busca del arma homicida. Si bien no hay precisiones, apuntan a una escopeta calibre 16 milímetros.Sobre las hipótesis, los investigadores aseguran que es aún muy pronto para centrarse en una sola línea y no descartan ninguna teoría. No obstante, según trascendidos, mediante testimonios y elementos recolectados en el lugar de los hechos es que apuntan primeramente a un hecho ligado a una pelea entre ambos que acabó de la peor manera.Parafina positiva y restos de sangreEl trabajo conjunto entre los investigadores de la comisaría de Aristóbulo del Valle y los efectivos de la Unidad Regional XI permitió apresar al único detenido que hasta ahora tiene el hecho unos pocos minutos después del hallazgo del cuerpo de Piriz.Se trata de un hombre de 36 años que también trabajaba como cuidador de la chacra y que, según testigos, fue visto en compañía de la víctima el último viernes por la noche.Al respecto, las primeras pruebas apuntan directamente contra él. En principio, en la vivienda que compartía junto a la víctima se incautaron prendas de vestir y calzados con manchas de sangre, elementos que serán sometidos a pericias por orden de la Justicia.No obstante, eso no fue lo único. Es que a última hora del sábado se conocieron los resultados del examen de parafina, que arrojó resultados positivos sobre el único detenido que tiene la causa. Si bien se trata de un resultado orientativo, es por ahora suficiente para que las sospechas apunten directamente sobre el arrestado.





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