Ya están en marcha las reuniones sobre el presupuesto participativo en los distintos barrios de Posadas. Este procedimiento mediante el cual los vecinos proponen en qué invertir una parte del presupuesto general de gastos de la ciudad es una maravillosa oportunidad de afianzar los principios democráticos y de participación. Estamos celebrando 200 años de Independencia. Esta oportunidad de participar eligiendo implica celebrar, una vez más, los principios de la democracia representativa, soberana y popular, estos que constituyen los valores fundacionales desde 1810, ratificados en la asamblea del año XIII, en la declaración de la independencia de 1816, en nuestra Constitución de 1853, y que podemos seguir reafirmando en nuestros días.Si bien el presupuesto participativo habla de dinero, habla mucho más de nuevos espacios de participación, de afianzamiento democrático, habla de la oportunidad para la ciudadanía de apropiarse de los asuntos públicos, lo que constituye la esencia de la democracia.En las reuniones de presupuesto participativo se fomenta la reflexión activa y la solidaridad, ya que los vecinos van dialogando y reflexionando sobre las distintas problemáticas y necesidades del resto. Este tipo de participación va más allá del simple hecho de estar en la reunión, se trata de intervenir desde la propia iniciativa aportando distintas visiones y valores lo que se traduce en mayor riqueza en las propuestas y hasta deriva en soluciones. Cada uno de los actores sociales llega con su propia idiosincrasia que debe ser conjugada con la de los demás a fin de acordar la realización de lo que sea más necesario y mejor para todos. Los vecinos se escuchan unos a otros y trabajan juntos. De esta forma se promueven las decisiones en las que prevalecen los intereses comunitarios con la premisa colaborativa subyacente a todo el proceso. El cambio social se produce con o sin la participación de las personas que afecta, esa sensación de que no manejamos nada y somos arrastrados por la corriente sólo se contrarresta con la participación. Para la queja están todos dispuestos, ahora me pregunto: ¿y para participar?Las sociedades disgregadas son sociedades pobres, el acceso a nuevas oportunidades exige la cohesión, “en base a la construcción de lugares sociales legítimos para los participantes” (E. Fried, 2008).Aprovechemos la maravillosa oportunidad de tomar el mando de la balsa, esto es participar, decidir y tomar responsabilidad con nosotros, con los otros y el mundo que compartimos.Somos consecuencia de los aciertos y errores de quienes construyeron nuestra nación, este pasado común debe unirnos y fortalecernos para poder hacer frente a la responsabilidad que nos cabe en la construcción de un mundo mejor para nuestros hijos. Comencemos participando. Colabora: Valeria [email protected] 3764-510132





Discussion about this post