Misiones y Entre Ríos son las provincias más afectadas por la erosión hídrica. Mariano Saluzzio, técnico especialista en suelos, docente universitario y asesor socio de la empresa Solum, dijo en “El campo tiene la palabra”, que el objetivo del trabajo que realizan es manejar el mayor recurso productivo pensando en la sustentabilidad no sólo del suelo sino de las familias de los productores que son la base de la economía provincial.“El uso sustentable es aquel que nos permite sacar provecho del suelo, en la medida en la que no le quitemos la posibilidad de sacarle provecho, también a las generaciones futuras”, dijo Saluzzio. En diálogo con Aldo Puig, el especialista dijo que “el objetivo es poder garantizar la continuidad del trabajo en el tiempo. La agricultura lleva 120 años en Entre Ríos, como consecuencia negativa de esa actividad, unas 300 mil hectáreas de suelo, hoy no pueden utilizarse en agricultura por la degradación que han sufrido”, remarcó. “Cuando perdemos la capa fértil, nos queda un suelo muy pobre en materia orgánica, que no sólo es un reservorio de nutrientes sino además es la porción más fina, que no tiene más de 20 centímetros”, explicó. “Lo increíble de nuestros ambientes en Entre Ríos es que tenemos más de mil milímetros de lluvias, maravilloso recurso, que si no se maneja correctamente, podría generar un desierto si no cuidamos el suelo”, describió Saluzzio.Para el especialista “los suelos degradados ni siquiera pueden soportar buenas cargas en otras actividades como ganadería. No resisten más de media vaca por hectárea. Estándar que no genera ningún tipo de competitividad tampoco en esta actividad. Por eso es fundamental tener un suelo en buenas condiciones para todas las explotaciones agropecuarias”, sostuvo el especialista en suelos.“En Entre Ríos tenemos el desafío de que todos los involucrados en el uso de la tierra compartamos el compromiso con el cuidado del suelo”, destacó. “En general, muchos propietarios de campos están abocados a mantener sus espacios en buenas condiciones y les exigen a sus arrendatarios. El problema es el dueño del campo que va a cobrar el arrendamiento dos veces al año y no se ocupa de cuidar su suelo productivo”, agregó.Consultado acerca de la Ley de Suelos vigente en Entre Ríos y su implementación en la actualidad, para Saluzzio “en los últimos tres años se puso un tope de desgravación impositiva fijo en 35%. Antes, la desgravación era proporcional a la cantidad de sistematización que el productor realizaba, por un período de cinco años. Generando problemas. El Estado está presente en este tema poniendo trabas, más que generando incentivos”, sostuvo.Y con la mirada puesta en el futuro, para el especialista en suelos, el desafío en el tiempo, “la gente del campo conoce el problema de la conservación del suelo, mucha gente de la ciudad no. Y gran parte de los propietarios de esos campos, viven en las ciudades porque los han heredado, en este segmento tenemos que crear mayor conciencia”, concluyó Saluzzio.Fuente: Nea Rural





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