Por un lado, evaluar la aptitud forrajera comparando diversos clones de mandioca en términos de producción de biomasa por hectárea. La segunda línea, un trabajo exclusivo de laboratorio, para conocer los aportes proteicos de la hoja para la dieta animal.Como bien lo explica la Ingeniera Burgos, el trabajo pretende generar conocimiento a los efectos de dejar de desperdiciar las hojas de mandioca que no se utilizan en el campo.“Es sabido que las raíces se destinan al consumo o como materia prima para las industrias, y que los tallos son utilizados como estacas para la multiplicación agámica del cultivo”. Pero las hojas se amontonan a parvas sin ninguna utilidad, “desconociendo que guardan altos porcentajes de proteínas tan importantes para la nutrición animal”.Pero el impacto socio productivo que persiguen estos investigadores de la Cátedra de Cultivos III, es impulsar un cultivo de tipo doble propósito, sin que esto implique alteraciones en el manejo del cultivo de la mandioca cuyo principal destino es la comercialización de las raíces.Trabajo de campoSe trabajó con siete variedades de mandioca cultivadas en una densidad tradicional de 10.000 plantas por ha. Además de evaluar la producción de raíces frescas, se analizó el rendimiento de la parte aérea para poder detectar su potencial forrajero y los nutrientes de este subproducto de cosecha.Los resultados obtenidos son llamativos: los cultivares alcanzaron a producir entre 20 – 30 tn hasta 80 toneladas (tn) de materia fresca aérea por ha. El promedio de rendimiento de materia seca (tallo y hoja) por hectárea es del 25 por ciento. Se evaluó además el rendimiento exclusivo de la hoja con resultados sumamente valiosos.En promedio las hojas poseen 22% de materia seca que se tradujo en rendimientos de entre 730 y 4800 kg de hojas secas por ha-1; lo más interesante es el contenido de nitrógeno que de las mismas, que representan entre 72 y hasta 218 kg ha-1 de proteína bruta, dependiendo de los cultivares utilizados. Asimismo, las hojas poseen porcentajes de Fósforo (P) que en promedio ronda el 0,12%, lo cual es similar al de las forrajeras gramíneas y leguminosas más difundidas, el porcentaje de Potasio (K) es bajo pero no despreciable y ronda 1,44 %; por su parte los porcentajes de Calcio (Ca) y Magnesio que en promedio alcanzan 5,20% y 1,19% respectivamente son muy superiores a los reportados para otras forrajeras.De acuerdo a lo expresado por la ingeniera Burgos este sencillo método de ensilaje facilitaría su adopción ya que se puede realizar con escasa maquinaria y es manejable según los tiempos y capacidad financiera del productor.





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