Los dos rumanos que fueron detenidos la semana pasada en esta capital provincial, por investigadores de Gendarmería (bajo las órdenes de la Justicia Federal), cuando presuntamente se aprestaban a realizar sus minuciosas labores para robar fondos de cajeros automáticos, fijaron domicilio, fueron liberados y deberán presentarse este viernes en el Juzgado Federal para ser indagados por la jueza María Verónica Skanata. Los sospechosos son considerados “profesionales del clonado de tarjetas de crédito y débito para realizar estafas en cajeros automáticos”. De acuerdo a fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN, los rumanos se aprestaban a “vaciar las cuentas” y, si los acompañaba la suerte, a conseguir un botín millonario en pocas horas y días, teniendo en cuenta “una estructura de seguridad propicia para esta modalidad delictiva”.En su poder encontraron valijas repletas de tecnología para “chupar” las claves de las tarjetas y hasta una alarma contra incendio acondicionada para esconder cámaras filmadoras con memorias micro SD. La propia empresa encargada del servicio RedLink” alertó a las autoridades policiales porque varios de sus clientes denunciaron el faltante de dinero injustificado en sus cuentas bancarias a principio de junio en bancos de Capital Federal. Así comenzó un entrecruzamiento de datos entre la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), la entidad bancaria y la Dirección de Inteligencia Criminal, que culminó el lunes pasado en la terminal de colectivos de Posadas, cuando Gendarmería Nacional detuvo a dos personas que habían comprado un boleto de Retiro a Puerto Iguazú.Dentro de sus valijas se identificó el denominado skimmer, herramienta fija o portátil utilizada como trampa para trabar una tarjeta en los cajeros, mientras que una microcámara graba la clave secreta, para luego clonar la tarjeta y hacer operaciones bancarias ilegales.Los gendarmes también les incautaron dos detectores de incendios con conector USB y memoria; cuatro cámaras fotográficas para celulares desarmadas, un kit de herramientas de precisión para artefactos pequeños y seis lentes de cámaras para celulares desarmadas, entre otras cosas. También una tarjeta de crédito sin nombre de un banco extranjero.Estudiante y profesorLos rumanos no cuentan con antecedentes delictivos en el país, pero sí acumularían causas en México y en Uruguay. Se trata de un profesor de gimnasia de 38 años y un estudiante de Ingeniería de 24. Ambos registran “gran cantidad” de entradas y salidas al país, lo que llamó la atención a la AFI, que comenzó a investigarlos. Se sospecha que habrían clonado tarjetas en la Ciudad de Buenos Aires y realizado extracciones por 350 mil pesos.LibresLos rumanos seguirán el avance de la causa en libertad, aunque tienen prohibido salir del país. Fijaron domicilio en jurisdicción del Juzgado Federal de Posadas y deben presentarse ante la magistrada porque si no, se los declarará rebeldes y se emitirá un pedido de captura internacional.Los investigadores creen que formarían parte de una organización internacional dedicada a clonar tarjetas para extraer dinero, delito que está tipificado como “fraude bancario”. Dentro de los cajeros instalarían un skimmer (que almacena los códigos de la tarjeta) y cámaras diminutas para filmar la clave que coloca el usuario en el teclado. Entre los elementos que les confiscaron había una tarjeta de crédito con número de serie, banda magnética de lectura, pero sin nombre del titular. AntecedentesHasta la semana pasada no se registraban antecedentes de ciudadanos rumanos operando con la modalidad “Skimming” en el país, pese a que existen sobrados antecedentes en el mundo.Hace dos meses, por ejemplo, tres clonadores considerados como los mayores falsificadores del mundo fueron capturados en Colombia. Tenían pedido de captura de al menos nueve países. Y como los que apresaron en Misiones, eran de origen rumano, se sospecha que la banda seguía sumando víctimas.





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