La Municipalidad de Posadas comenzó a inspeccionar los comedores escolares de los establecimientos primarios de gestión pública y privada para corroborar si cumplen con la Ordenanza XII Nº 26 (antes del Digesto Municipal, ordenanza 2234/08) de kioscos saludables y los requisitos de sanidad básicos. Más de 50 escuelas primarias de esta ciudad fueron visitadas en las últimas dos semanas por personal municipal en el primer operativo dispuesto para ver si se cumplen las ordenanzas en estos comercios que funcionan dentro de las escuelas. Y la respuesta fue rotundamente negativa: los kioscos escolares tienen una amplia oferta de los productos menos saludables (galletitas dulces, golosinas, papas gritas y gaseosas azucaradas), con muy pocas y apenas visibles opciones saludables. Los inspectores municipales se encontraron, además, que menos de la mitad de estos comercios están debidamente habilitados, carecen de certificados de sanidad y sus responsables no están capacitados en manipulación de alimentos. Estado de situación En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, el director general de control alimentario y seguridad ambiental comunal, Alejandro Martínez, detalló “empezamos con este relevamiento hace 15 días, empezamos con las escuelas ubicadas en el casco céntrico y después fuimos ampliando el área de inspección. Controlamos dos cuestiones, una referida a si el kiosco escolar tiene una oferta saludable, tal como lo establece la ordenanza; y por otro lado las cuestiones generales de funcionamiento en lo que respecta a higiene y seguridad reglamentaria, es decir verificamos el estado de la cocina, si la gente que está frente al kiosco está capacitada, si tiene el carnet sanitario correspondiente y si cumple la normativa básica sobre manipulación de alimentos. Y nos encontramos con un porcentaje importante de incumplimiento en documentación, alrededor del 60% de los establecimientos educativos visitados”, remarcó el funcionario. Según indicó, los kioscos escolares funcionan bajo modalidades muy particulares y bastantes diferentes de un local comercial, “en algunos casos, las instituciones delegan este servicio a la cooperadora de padres o a un tercero ajeno a la escuela. Incluso, algunos funcionan sólo en forma esporádica y no existe un esquema institucionalizado para su funcionamiento. Generalmente, las personas a cargo lo hacen con un componente alto de voluntarismo y desconocen las normativas mínimas que hay que cumplir para este tipo de cuestiones”. Por esta razón, según confirmó Martínez, la Municipalidad labró actas a los kioscos escolares que no cumplen con la normativa, se les pidió que regularicen el carnet sanitario y se está armando un curso de capacitación en manipulación de alimentos especialmente dirigido a sus responsables. Pese a las irregularidades detectadas, no se decomisaron alimentos, según confirmó Martínez a PRIMERA EDICIÓN. “Creemos que es muy difícil lograr un cambio de hábito a través de la imposición, por eso queremos trabajar en la concientización, en brindarles la información necesaria para que sepan cuáles son los alimentos saludables y lo que dice la normativa acerca de lo que deberían comercializar como parte de su oferta. Los que no hagan esta capacitación no podrán seguir trabajando”, indicó. Pocas opciones y no visibles Aunque la mayoría de los kioscos escolares inspeccionados por la municipalidad tenían al menos uno de los alimentos saludables sugeridos en la ordenanza (frutas, yogures, cereales, barras de cereales, jugos naturales, ensaladas de frutas, licuados y otros alimentos de bajo tenor graso y poco contenido de azúcar), Martínez indicó que “estos no son ni de lejos la oferta principal ni lo que están más exhibidos. En cambio, los productos más expuestos son los que más consumen los chicos y mayor margen de ganancias les deja: caramelos, galletitas dulces, papas fritas y gaseosas azucaradas”.Según precisó el funcionario municipal, los responsables de los kioscos justifican la actual oferta en función de la demanda real de los chicos. “Está claro que controlar el cumplimiento de la ordenanza municipal de kioscos escolares es un paso adelante, pero para lograr que los niños accedan a una alimentación más saludable debemos involucrar a las familias y a toda la sociedad. ¿De qué nos sirve prohibir la venta de gaseosas y papas fritas en la escuela si los padres comprar esos productos a sus hijos?”, reflexionó. En este sentido, Martínez recordó que en charlas realizadas con los chicos preguntaron quiénes traían la comida de la casa y, para su sorpresa, la mayoría de los que llevaban alimentos comprados por sus padres no tenían opciones más saludables. “La comida que traían de sus casas era muy similar a la que se vendía en la escuela”, señaló. “Si imponemos, no obtendremos resultados”Para el director general de control alimentario y seguridad ambiental comunal, modificar la tendencia en aumento del sobrepeso y obesidad en la población no es tarea sencilla. “Si intentamos imponer qué alimentos pueden venderse en las escuelas y cuáles no, seguramente no tendremos buenos resultados. Se requiere un cambio cultural en el que debemos trabajar todos. Claro que los kioscos, también tienen un componente económico, los responsables argumentan que tienen oferta de lo que más venden… si lo que ofrecen no sale, deberán cerrar en una o dos semanas. Acá tenemos tres patas de la ecuación: el Estado, el comerciante y el consumidor. Por ahora estamos trabajando con los comerciantes para que ellos tengan la oferta dispuesta como saludable. Posteriormente, debemos coordinar el trabajo con los chicos y las familias”, indicó. Apenas el 20% ofrece frutasAl ser consultado sobre qué cuáles son los productos más ofrecidos y vendidos en los kioscos escolares inspeccionados, Martínez señaló que “tanto en cantidad como variedad, los caramelos, galletitas dulces y snack salados”. Los menos frecuentes son los yogures y ensaladas de frutas, “apenas el 20% de las escuelas visitadas tenían frutas a la venta y menos aún ensalada de frutas. Por eso, es importante también que los encargados de los kioscos se capaciten en manipulación de alimentos porque muchos de las opciones más saludables implican elaboración casera, como los sándwiches o las ensaladas de frutas. Entonces, necesitamos que sepan qué hacer para evitar que no terminen enfermando a los chicos”. Diferencias entre públicas y privadasAl ser consultado sobre si hallaron diferencias en las ofertas de los kioscos de escuelas de gestión pública con las privada, Martínez señaló que “aunque no es una generalidad, sí podemos decir que algunas escuelas de gestión privada tienen kioscos más organizados en función de una línea nutricional, tal como dispone la ordenanza municipal, con una oferta más amplia de productos saludables”.




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