Sólo dos de los 22 abuelos que residen en el hogar de adultos mayores “Carmelita”, de Leandro N. Alem, reconocen la realidad en la que viven y son conscientes de lo que pasa diariamente. El resto son abuelos con capacidades diferentes que tratan de transitar de la mejor manera posible estos últimos años de su vida. Los once trabajadores del hogar ayudan a que esa meta se cumpla, pero es difícil cuando no se cuenta con ningún tipo de colaboración estatal o provincial y sólo se debe sobrevivir con la ayuda de la comunidad. El hogar no depende de la Municipalidad ni del hospital Samic de Alem, pese a que se encuentra dentro de su predio. “Vivimos de la colaboración de la gente”, aseguró Bibiana Stadnechuk, una de las trabajadoras que pasa sus días con los abuelos. El edificio se encuentra en buenas condiciones porque fue reparado hace dos años, pero las necesidades pasan por otro lado. “El hogar no tiene comida. Vivimos a pulmón, de la plata que nos da la iglesia o la gente y muchas veces no tienen ni pan para comer”, relató la mujer a PRIMERA EDICIÓN. Entonces, Matías Sebely, el director del hospital, ofreció ayudarlos en ese sentido y todos los días la comida del hospital se hace extensiva para los abuelos. “No pasan un día sin comer, pero muchas veces esta comida no les gusta, o no pueden comerla”. La situación mejoraría si pudiesen acceder a los bolsones de comida que da el Pami, pero desde la institución no se los dan porque alegan “que no les corresponden”. Los trabajadores del hogar se asesoraron con personal de la Anses quienes les aseguraron que si los abuelos son jubilados, esos bolsones de comida sí les corresponden, sin embargo no llegan. “Con esas bolsas se podría cocinar en el hogar y variar la comida de los ‘abus’”, señaló Stadnechuk.A excepción de dos de ellos, los abuelos están abandonados por sus familias. Sólo reciben las visitas de almas caritativas que llegan de visita, como los chicos del Rotary que vienen a cantarles. “Son como niños, todo lo que hacen los chicos les gusta”, señaló Bibiana.Colchones, camas ortopédicas, colchones antiescaras, sillas de ruedas. Elementos varios de cocina y de limpieza. Abrigos, ropa de cama, gorros y medias. Alimentos para los abuelos. Estas son sólo algunas de las cosas que se necesitan en el hogar y que la población puede ayudar a conseguir. Quien quiera colaborar puede acercarse al hogar y preguntar por Norma Valera (directora) u Orlando Rodríguez (supervisor), o llamar al (03754) 15524119 (Bibiana).





Discussion about this post