El aumento de incautaciones de cocaína, de lo que se deduce también un incremento en el tráfico de ese estupefaciente, impacta directamente en el consumo que, de acuerdo a fuentes judiciales, se duplicó en el último año.La detención, el último lunes, de dos hombres y una mujer, oriundos de la provincia de San Luis, reveló que Misiones ha dejado de ser una ruta para el transporte únicamente de marihuana. Ahora se agregó el de cocaína.Los cargamentos ingresan desde Bolivia a Paraguay y de este país, a la Argentina a través de la extensa frontera misionera.Fuentes de Inteligencia indican que en suelo paraguayo ya existen cocinas para el procesamiento de la cocaína, en el departamento de Quiteria y no en inmediaciones de Encarnación como se creía en un principio.Informes de Inteligencia indicaron que los tres ciudadanos puntanos, que el lunes fueron aprehendidos en un procedimiento de la Dirección Toxicomanía, en inmediaciones de las avenidas Bustamante y Francisco de Haro, tenían planeado ingresar al país con tres kilogramos de clorhidrato de cocaína, procedente de ese punto de Paraguay.Sin embargo, algo falló en el camino. Los sabuesos de Toxicomanía estaban convencidos de que el coche en que se movilizaban llevaba, en algún habitáculo escondido, los panes con el citado estupefaciente. Incluso, se llevó el coche, un VW Gol blanco, hasta la dársena de Aduanas para constatar esa información pero el resultado fue negativo.En el interior del vehículo habían 55 gramos de marihuana y poco más de seis mil pesos en efectivo.Los tres detenidos y lo secuestrado, incluido el automóvil, fueron puestos a disposición del Juzgado Federal de Posadas, que deberá disponer del destino de las personas privadas de su libertad.Mientras, las autoridades policiales de Paraguay y Argentina entrecruzan información para desbaratar las redes del narcotráfico. La teoría que señala a los “motomandados”Las distintas modalidades de tráfico de estupefacientes que se utilizan para burlar los controles en el puente internacional, que une esta ciudad con la de Encarnación, son materia de investigación en la Justicia Federal.El porcentaje de incautaciones en el viaducto, o procedimientos antidrogas que se realizan en otros puntos de la ciudad que derivan de cargamentos que pasan por él, se incrementó considerablemente en los últimos años.Y esa realidad no puede pasar inadvertida para las autoridades locales ni federales. En este contexto, hay fuentes que sospechan de un contrabando hormiga, no a gran escala;?como estrategia para eludir los controles fronterizos.En esta línea, las sospechas se posan sobre lo que en Paraguay se conoce como “motomandados”, motociclistas que atraviesan diariamente el puente internacional para efectuar, supuestamente, actividades ligadas al tráfico comercial fronterizo, rayano con la ilegalidad, sobre los que hay poco contralor.Es una hipótesis de investigación, pero para nada descabellado. No es saludable generalizar, pero al menos una parte de estos mercaderes del asfalto pueda tener vínculos non sanctos con el mundo de las drogas y el contrabando.La cocaína que ingresa de Paraguay está rebajada en un 70 % aproximadamente; es decir que sólo un treinta es pura. La mezcla se efectúa con sustancias que, en Europa por ejemplo, fueron sacadas de circulación por el efecto dañino contra la salud que en algunos casos, incluso, llevan a la muerte.En Paraguay operan dos grandes organizaciones ligadas al narcotráfico, sobre todo en lo que respecta a la producción, trafíco y comercialización de marihuana.





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