Una emergencia por la sustracción de un vehículo taxi se resolvió el fin de semana último con apoyo de la tecnología. El coche poseía instalación GPS y fue recuperado en un barrio del sur capitalino. Este y otros sucesos, vinculados con robo de motos y autos, han reavivado la demanda de la instalación de un GPS o de sistemas de alarmas para protegerse de los hurtos, según reportaron comerciantes capitalinos en un sondeo de PRIMERA EDICIÓN.Las consultas, pedidos de presupuesto y colocación de sistemas eléctricos de seguridad se han incrementado notablemente, hasta en un 200%, en los últimos meses, reportaron las casas de alarmas y de servicios eléctricos.De hecho, los comerciantes detallaron que el apoyo de la tecnología para seguridad “ya no es una medida exclusiva de personas con mucho dinero”.“El asalariado promedio posee estos sistemas de seguridad en casa o en el auto y no lo ve como un gasto sino como una inversión. Antes los clientes eran empresas grandes de transporte o compañías de taxis y remises, ahora tenemos a micro empresarios y asalariados que lograron comprar un bien y que colocan alarmas para evitar robos”. Quien habla es Ariel Schoder el propietario de una casa que se dedica a servicios eléctricos y colocación de alarmas en camiones. Con él, otros comerciantes dedicados a la actividad contaron a este Diario que desde hace cuatro o cinco años la compra de sistemas de seguridad, GPS y alarmas ha ido en crecimiento. “Las consultas para colocar una alarma se hacen por dos motivos, o porque la persona fue víctima de un intento de robo o conoce a alguien que fue robado. Entonces impulsado por la inseguridad empieza a consultar y toma una decisión, que por supuesto va a estar basada en sus posibilidades económicas”, describió Julio del Federico propietario de una conocida cerrajería sobre avenida Francisco de Haro, quien también se refirió a los valores que se manejan en el mercado local. “Una alarma instalada, con garantía, está en el orden de los 2.000 pesos iniciales y a partir de ese monto base, un modelo con máximo confort puede llegar a valer cerca de 4.500 pesos. Son alarmas premiun a las cuales se les agrega (por ejemplo), módulos anti-grúa, levanta cristales y cierre centralizado. De hecho algunas de ellas poseen un sistema GPS y puede ser ubicada satelitalmente en caso de robo: ese es el sistema de seguridad que poseen la mayoría de los taxis y remises posadeños”, describió el técnico. Asimetrías: fuerte competencia con dispositivos importados“Hay clientes para todo. Están quienes van a instalarlas al Paraguay, por una cuestión de reducir costos; las que se consiguen en ese país son importadas de China, más baratas que las de fabricación Argentina, pero que a la larga no dan buen resultado y mucho menos tienen garantía. Después están los clientes que entienden la conveniencia de un trabajo con garantía hecho en nuestro país, que es mejor en todo sentido y se deciden por hacer un pequeño esfuerzo”, explicó Del Federico. Beto, propietario de una histórica cerrajería contó: “Acá tenemos muchas consultas diarias y también solicitudes de presupuesto, pero no escapamos al grave problema de las asimetrías con Encarnación, Paraguay; cuya competencia nos perjudica muchísimo a los comerciantes que estamos en la frontera. Tampoco es culpa del proveedor paraguayo, el problema es de fondo y tiene que ver con que estamos acosados por los impuestos provinciales y nacionales que en Paraguay no se abonan, o bien se pagan en un porcentaje menor que en Argentina. El comerciante local paga altos impuestos que empujan el valor de un producto. Sin duda, un tema que que se debe estudiar y resolver porque estamos muy perjudicados”, expresó el experimentado cerrajero. “En cualquier caso, la calidad de la instalación difiere mucho con la que se procede en Argentina, que se realiza previendo posibles cortocircuitos. Es un trabajo eléctrico, entonces la aislación es clave”, especificó. Aclaró Beto: “Nosotros trabajamos con un contrato de PST que es una de las marcas nacionales de alamas que se están imponiendo en todo el país, porque la están colocando en todos los cero kilómetros”. La opinión de Ariel Schroder, al frente de un conocido local sobre Maipú y Tomás Guido, donde la especialidad de la casa es la colocación de dispositivos en camiones, fue la siguiente: “Tenemos muchas consultas pero nos encontramos con la dificultad de que se quedan en el presupuesto; no son dispositivos caros y de hecho, ante lo que puede perder la persona que es robada, el monto es irrisorio; pero la capacidad adquisitiva está en el freezer. Las alarmas hoy por hoy no son un lujo y la gente lo sabe, por eso se terminan decidiendo a colocarlas. Cualquier cosa que te roban del interior del coche o el mismo auto vale muchisimo más que lo que invertiste en un dispositivo”, argumentó.“Por calidad, garantía y confianza, que es lo que las personas buscan cuando de sentirse seguro se trata, seguimos trabajando muy bien acá (en referencia a Posadas). En el caso de las alarmas se puede hacer duplicación de controles. Como sello de confianza, nosotros entregamos los dos controles al cliente. Entonces a partir de ahí se da el fenómeno de siempre: recomiendan más clientes y la cadena nunca se corta”, confió Schroder.





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