El testimonio de una de las víctimas fue escalofriante y erizó la piel hasta de los más experimentados investigadores judiciales. Con apenas 16 años, narró los pormenores del calvario que sufrió durante años al ser abusada sexualmente por su padre biológico.“Nos dormía”, relató con lágrimas en los ojos para graficar el espeluznante método que tenía el depravado para concretar su macabro plan.El caso saltó a la luz entre mayo y junio del año pasado, pero los abusos comenzaron muchísimo antes, probablemente cuando ellas aún jugaban con muñecas y no habían terminado el ciclo primario escolar.Tras la denuncia, el acusado fue apresado. Tras las rejas aguardará el inicio del juicio oral. No es para menos, es un hombre demasiado peligroso para andar entre la población civil.Ahora, fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN indicaron que el fiscal de Instrucción 3 de Puerto Iguazú, Martín Brítez, requirió que el acusado, de 42 años, de oficio changarían, vaya a juicio oral por el delito de “abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo, en concurso real”.La trama de esta lamentable historia trascendió el año pasado, más precisamente en el paraje El Verde, jurisdicción del municipio de Comandante Andresito, cuando la adolescente de 16 años no soportó más semejante horror y decidió contárselo a la madre.“Mami, cuando vengas, tengo que contarte algo”, le habría escrito en un mensaje de texto por teléfono celular.Cuando la madre regresó de Puerto Iguazú, donde viajó porque debía realizar trámites, tomó conocimiento del infierno que se vivía en su casa sin que ella, supuestamente, se enterara de nada.Tras la correspondiente denuncia, la Policía arrestó al sospechoso y lo puso a disposición del Juzgado de Instrucción 3 de Puerto Iguazú.Con el devenir de la investigación se comprobó que la trama era mucho más nefasta de lo que se pensaba.En Cámara Gesell se supo que la hermana de la víctima, de 18 años, que decidió contar el drama, también había sido violada por su progenitor; situación que se repetiría con la más pequeña de todas, de sólo ocho años.Este último caso, al trascender de boca de las otras víctimas, llevó al representante del Ministerio Público Fiscal a pedir pericias físicas y psicológicas a la pequeña que confirmaron la existencia del delito de índole sexual.Para terminar de configurar su nefasto plan, el depravado advertía a las víctimas que no contaran lo que sucedía porque su madre sufría del corazón y podía morirse. Y con él en la cárcel, cómo vivirían.Con todo este cúmulo de elementos probatorios, el martes 10 de este mes, el fiscal Martín Brítez requirió que la causa fuera elevada a la instancia de debate oral, que se llevará a cabo a puertas cerradas por tratarse de un delito de instancia privada.





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