Es una máquina de ciencia ficción. Tratamos de entender el pasado para predecir el futuro", sintetiza Mario Benedetti (71), el argentino que trabaja en la "Máquina de Dios", el mayor acelerador de partículas del mundo. Hasta el viernes, este destacado investigador se encuentra en Misiones brindando charlas a estudiantes universitarios y secundarios. Comenzó el lunes en la capital provincial; este martes, a las 9:30 y a las 15:00, estuvo en el aula magna de la Facultad de Ingeniería de Oberá; el jueves a las 9:30 lo hará en la Facultad de Ciencias Forestales de Eldorado; y el viernes a las 21:30 participará en el Café Científico, en la Sala Mandové de Posadas. Todas las actividades son con entrada libre y gratuita. Desde Mar del PlataEn total son catorce los investigadores argentinos que participan en el CERN (sigla en inglés para Organización Europea de Investigación Nuclear) en Ginebra, Suiza. Benedetti, quienes docente e investigador en la Universidad de Mar del Plata, viaja allí cada seis meses. En los 42 años de trabajo que lleva en el CERN, 45 y 50 investigadores de su laboratorio ya pasaron por allí.Este doctor en ingeniería está a cargo de desarrollar la fuente de alimentación -un electroimán- que genera un campo magnético que hace que las partículas puedan acelerar, alcanzar la velocidad de la luz y colisionar. Al hacerlo generan energía. Y todos estos recorridos son fotografiados con una sofisticada máquina 3D que pesa como dos torres Eiffel y que genera 40 millones de fotos por segundo, algo así como una pila de CD de 20 kilómetros por año, si estas fotos fueran almacenadas en estos soportes.Conocer las partículas “La física de partículas busca descubrir cuáles son las partes fundamentales que componen el universo, la materia de la cual estamos hechos”, explicó de la manera más didáctica posible ante un auditorio con estudiantes secundarios de escuelas técnicas, docentes e investigadores de la Unam. Significa un viaje al interior del átomo, para conocer que hay dentro de las partículas que los componen. Hablamos de los protones, neutrones y electrones, que a su vez están compuestos por otras partículas llamadas qwarks y neutrinos. “Y también se busca descubrir qué mantiene unidos a estos ladrillos, qué fuerza los aglutina”, indicó.¿Cuáles son las aplicaciones de estos hallazgos?En las comunicaciones permite desarrollar un Grid, una web mucho más sofisticada. En medicina, permite predecir con diez años de anticipación la formación de un tumor. Además se ha desarrollado la hadroterapia, una radioterapia menos invasiva y con un porcentaje mucho más alto de éxito.Simulando el "Big Bang"La Máquina de Dios es el acelerador de partículas más grande del mundo. Funciona en el CENR (Organización Europea de Investigación Nuclear) en Ginebra, Suiza.El túnel circular de 27 kilómetros de largo tiene el tamaño de Posadas, desde el Puente Internacional hasta el Aeropuerto.Se encuentra cien metros bajo tierra y funciona a 271,3 grados centígrados bajo cero. “Es el lugar más frío del universo, porque el espacio tiene una temperatura de casi dos grados más”, destacó Benedetti.Se tardan dos meses en llevar a esa temperatura a esta compleja estructura. “Cuando se enfría se contrae 80 metros, por eso se tardan dos meses en hacer este proceso”, contó. Rememoró como en 2008, por una falla en la conexión de un pequeño cable se produjo un cortocircuito y a raíz de ello, la temperatura se elevó de golpe, con lo cual se movieron bruscamente los equipos y hubo que trabajar dos años para volver a ponerlo en funcionamiento.En 2010, Benedetti siguió por streaming la reactivación de la máquina y lo definió con una sola palabra:?“Emoción”.





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