La jueza de Instrucción 2 de esta ciudad, Nuria Allou, cerró la etapa de investigación de la causa y elevó a la fiscal, Bibiana María Alderice, el requerimiento de juicio oral para tres policías pertenecientes a la Unidad Regional III, que participaron del operativo en el que un adolescente de 17 años fue herido de bala y no podrá volver a caminar.La imputación del delito de “lesiones gravísimas, doblemente calificado por el uso de arma de fuego y la autoría de funcionario público”, recayó sobre los tres uniformados, de los cuales uno podría ser desligado porque había cumplido la tarea de conductor de la patrulla de la seccional Segunda y estaba a dos cuadras del escenario del incidente custodiando a un detenido dentro del móvil policial.De esta forma se interpretaría que de una de las dos pistolas de los dos policías restantes salió el disparo que impactó en el menor de edad, que le afectó la médula y no volvió a caminar por la parálisis que le provocó en las piernas.El episodio se registró a las 3.20 del sábado 5 de diciembre en el barrio San Cayetano de Eldorado. Donde vecinos llamaron a la comisaría porque había un enfrentamiento callejero con jóvenes del que se temía un sangriento desenlace.El patrullero de la comisaría segunda arribó rápidamente al lugar pero fue recibido a pedradas, por lo que sus integrantes descendieron y sólo alcanzaron a atrapar a uno de los revoltosos.De acuerdo a las declaraciones de los uniformados, estos realizaron disparos intimidatorios al aire ante la lluvia de piedras que enfrentaban. En estas circunstancias, uno de los integrantes de la comisión fue quien habría lesionado en la espalda al adolescente.DeterminanteLa declaración de la víctima fue precisa en detalles y señaló a los uniformados implicados que apretaron el gatillo.Cobró relevancia para la investigación la determinación del calibre de la bala que dejó parapléjico al joven. La munición pertenecía a una pistola nueve milímetros, la misma que están autorizados a portar los efectivos policiales.También se peritó y descartó un revólver calibre 22, hallado en la vivienda de un sospechoso de cometer un robo, horas previas al citado enfrentamiento.En un primer momento, este atraco fue relacionado como el factor que desencadenó la batalla callejera entre los jóvenes. Pero los investigadores no tardaron en descartar la hipótesis.Una calificación con duras penasDe acuerdo al artículo 90 del Código Penal “se impondrá reclusión o prisión de uno a seis años, si la lesión produjere una debilitación permanente de la salud, de un sentido, de un órgano, de un miembro o una dificultad permanente de la palabra o si hubiere puesto en peligro la vida del ofendido, le hubiere inutilizado para el trabajo por más de un mes o le hubiere causado una deformación del rostro. Pero es aún más dura la pena si el hecho es encuadrado en el artículo 91: “Se impondrá reclusión o prisión de tres a diez años, si la lesión produjere una enfermedad mental o corporal, cierta o probablemente incurable, la inutilidad permanente para el trabajo, la pérdida de un sentido, de un órgano, de un miembro, del uso de un órgano o miembro, de la palabra o de la capacidad de engendrar o concebir”.





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