Cuando un niño escucha la voz de su madre su cerebro activa muchas más regiones que las que se estimulan al oír otras voces. Un estudio revela que oír la voz materna anima, entre otras, las emociones, el afecto, la memoria, y la recompensa, e impulsa las habilidades comunicativas y sociales de los niños. Los resultados sirven de patrón para entender la percepción del habla en las personas autistas. La voz de la madre es una de los sonidos más importantes en la vida de un niño. Los bebés discriminan la voz materna desde los primeros días después de nacer, y este estímulo les sirve de guía emocional y social durante su desarrollo. Sin embargo, se sabe poco aún sobre las regiones cerebrales que responden a esta poderosa señal social.Científicos de la Stanford University School of Medicine (EE UU) han descrito los circuitos cerebrales que subyacen de la percepción de la voz de la madre. Para ello, los investigadores midieron a través de resonancias magnéticas la actividad cerebral de 24 niños sanos de entre 7 y 12 años mientras escuchaban palabras breves (de menos de un segundo) y sin sentido de sus madres biológicas y las de dos mujeres desconocidas. El estudio, publicado en la revista PNAS, demostró que cuando los niños escuchan breves extractos de las voces de sus madres, una amplia variedad de regiones cerebrales se activa, comparado con las regiones que se estimulan al escuchar las voces desconocidas. http://www.agenciasinc.es/





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