Se dice de la calidad de movimiento de una persona que le permite realizar los mismos pasos, de atrás hacia adelante, con el mismo gasto de energía y eficiencia. El proceso organizativo pone en escena la capacidad individual, su identidad, la calidad de actuar y sensibilidad a los cambios que logra a la hora de economizar sus pasos, al mayor nivel, a conciencia y resultando fácil. Todo el registro interno se modifica con la nueva información que llega, haciendo de la práctica un proceso a descubrir de impronta, sorpresa y curiosidad. El método Alexander nace alrededor de los años ´20, y desde su nacimiento ayudó en los campos de la danza, la actuación, el deporte y la vida cotidiana, por una demanda para mejorar los movimientos inhibiendo lo innecesario. Pudimos tener nuestra experiencia en las clases de un seminario al que asistí hace pocos días en Capital Federal, en el cual entre otros ejercicios, estuvimos intentando mejorar la manera de sentarnos y ponernos de pie: llevando todo el peso y fuerza a las piernas, rápido y compensando con el peso del tórax y cráneo alineado a la columna. Concluimos que tenemos tantos hábitos forzados e impuestos en el tiempo transcurrido desde niños y sin cuidar, que corregir algo tan cotidiano solo se logra ejercitando entre la prueba y el error reforzados de paciencia.Colabora: César Aguirre AyraultTerapias corporales. Masajista californiano. En Facebook: Equilibrándonos Masajes3764 791631





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