– ¿Y usted qué opina, diputado, de las denuncias de corrupción que recaen sobre el gobierno del que usted formó parte? – Bueno yo creo que hay que dejar todo en manos de la Justicia, pero en ese sentido también quiero decir que estoy en contra de la condena mediática que se ha desatado. Hay que hablar más de lo que está pasando hoy en el país. Es la pregunta más molesta que se le puede hacer a un exfuncionario o militante kirchnerista. Porque tienen razón, hay que hablar de los Panamá Papers y las sociedades offshore de los Macri, la inflación, los despidos etc. etc. etc. pero tampoco se puede dejar de mencionar las acusaciones de robo a las arcas estatales en los últimos doce años. Intentan que se ponga atención en el gobierno actual, porque se meten en un aprieto cuando tienen que explicar el por qué de las imputaciones por desfalco al Estado. Si alguien se tomara el trabajo de observar cuáles son los temas y el enfoque que hacen los medios sobre la actualidad argentina, puede llevarse algunas sorpresas. Porque en la señal de TN, ampliamente la orientación noticiosa está puesta en Lázaro Báez y todo lo que tenga que ver con la corrupción del kirchnerismo. Pero también, aunque en menor medida, las acusaciones contra el presidente Mauricio Macri. Ambos temas están en agenda. Si se analiza una hora reloj de un noticiero, más allá de la noticia emergente (inseguridad, accidentes, cortes de calle, farándula etc.) y según lo candente de algún nuevo dato, unos 20 minutos se habla de la corrupción K y otros 10 de los Panamá Papers. Nunca dejan de estar ambas temáticas, pero difieren en la cantidad de tiempo que se le otorga para la divulgación y el análisis con opiniones críticas. Esta comparación es la misma cuando se observa la señal de cable América 24 y su señal de aire América TV.Lo opuesto ocurre con la línea editorial de los canales de cable C5N, y CN23, ambos del empresario Cristóbal López. El interés principal está puesto en los puntos débiles del gobierno de Cambiemos. Al momento de hacer un análisis de las denuncias de corrupción K, sólo se muestra el arribo y la salida de algún exfuncionario a Tribunales, dándole el micrófono para algún descargo y cerrar la nota con alguna crítica contra la corporación judicial. La ecuación sería algo así como: cuanto más hablo del gobierno al que me opongo, más hablo de sus puntos flacos. Y cuanto más adscribo a una administración, más hablo de lo malo del Gobierno anterior. Para algunos hoy podrá resultar curiosa la posición de algunos periodistas de Clarín ante las denuncias y los errores de Mauricio Macri. Recordemos que el exsecretario de Comercio Guillermo Moreno fue el gran impulsor del slogan tan pegadizo “Clarín miente”. A eso le siguieron frases acusatorias a los trabajadores de ese medio y a muchos que eran críticos del kirchnerismo. Todos eran “títeres” de Magnetto y operaban para que Macri ganara las elecciones socavando con sus opiniones al candidato del entonces oficialismo. Es el caso de Nelson Castro, un durísimo crítico del gobierno de Cristina Kirchner, quien apenas asumió el líder del PRO la conducción del país, hizo varias advertencias acerca de algunas de sus primeras decisiones de gobierno. El fin del cepo al dólar: “El desafío más fuerte es el cepo. Necesita otras medidas porque el cepo es una devaluación que será pagada por el trabajador”. Designación de jueces por decreto: “Una cosa realmente mala fue la forma de designación de los dos postulantes a la Corte. Excelentes nominaciones, pero la metodología fue malísima. Si Cristina hubiera usado esa metodología Zannini hubiera estado en la Corte”. Panamá Papers: “Lo de Macri es decepcionante, el que pone una empresa offshore busca no pagar impuestos. Consideró que tener una sociedad off shore era “legalmente válido pero éticamente reprochable”.Los kirchneristas que gustan de un análisis agudo de esta posición crítica de Nelson Castro contra el presidente, afirman que se debe a una presión ordenada por Magnetto para conseguir algo con el Gobierno. Desde ese sentido, para ellos, uno de los mejores periodistas del país no tiene opinión propia. “Andá y decí esto”. De los pocos medios K que quedan (muchos cerraron porque existían con plata del Estado dado que comercialmente eran inviables), prácticamente es imposible escuchar el abordaje crítico de una información que refiera al kirchnerismo. El periodismo militante se hizo evidente antes y mucho más ahora ante las causas judiciales. El blindaje mediático es una farsa, porque el Grupo Clarín puede ser el mayor multimedios del país y el efecto rebote en toda la red expone aún más un determinado tema, pero nadie obliga a nadie a mirar TN si no comulga con su línea política. Y al contrario, a quien no le gusta, elige los medios de la vereda de enfrente para informarse. Todo el debate que hubo por la Ley de Medios sirvió muchísimo a la sociedad y sembró una semilla que floreció en poco tiempo. Hoy cuando alguien mira, lee o escucha noticias, sabe desde qué lugar nos hablan los periodistas y elige si creer o usar el control remoto para cambiar de canal. Lo que sí parece que queda claro es que para saber con más exactitud qué es lo que está pasando, habrá que tragarse sapos y prestar atención a lo que nos gritan desde ambos lados de la grieta.





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