El parto es un hecho mágico y trascendente en la vida de la mujer que se prepara para dar a luz y, naturalmente, en la de su hijo. La Semana Mundial del Parto Respetado, que este año tendrá lugar desde mañana y hasta el próximo domingo, tiene por objetivo promover los derechos de padres e hijos en el proceso del nacimiento.“El término ‘parto respetado’ o ‘parto humanizado’ hace referencia a una modalidad de atención caracterizada por el respeto a los derechos de los padres y los niños y niñas en el momento del nacimiento. Es decir, el derecho a vivir un parto en consonancia con las necesidades y deseos de la familia que va a dar a luz”, explicó la coordinadora de la Licenciatura en Obstetricia de la Universidad Católica de las Misiones, licenciada en Obstetricia Paula Gómez.Y agregó que “cuando se habla de parto humanizado, se hace referencia a la garantía que se le debe brindar a la futura mamá de transitar su proceso en un espacio familiar donde ella y el bebé sean los protagonistas y donde el nacimiento se desarrolle de la manera más natural posible”.Tanto la normativa nacional como la provincial promueven el derecho al acceso a la atención sanitaria independientemente de su nacionalidad. Respeto a la diversidad cultural. A ser informada. A ser tratada con respeto. A ser considerada una persona sana. Al parto natural. A estar acompañada por la persona que desee. A tener a su lado a su hija/o. A recibir asesoramiento sobre prácticas beneficiosas.Mientras que en lo que al recién nacido se refiere, la norma aclara que debe ser tratado en forma respetuosa y digna. Asimismo, que tiene derecho a su inequívoca identificación. A la internación conjunta con su madre en sala, y a que la misma sea lo más breve posible, teniendo en consideración su estado de salud y el de ella. A que sus padres reciban adecuado asesoramiento e información sobre los cuidados para su crecimiento y desarrollo, así como de su plan de vacunación. En este contexto, Paula Gómez plantea la importancia de crear un espacio familiar donde la mamá y su bebé sean los protagonistas y donde el nacimiento se desarrolle de la manera más natural posible. Para tal fin entiende que son de suma importancia las Maternidades Centradas en la Familia (MCF), que constituyen un paradigma de atención perinatal. “Una MCF tiene una cultura organizacional que reconoce a los padres y a la familia, junto al equipo de salud, como protagonistas de la atención de la mujer embarazada, la madre y el recién nacido y define la seguridad de la atención como una de sus prioridades; estimula el respeto y la protección de los derechos de la mujer y del bebé por parte del equipo de salud; promueve la participación y la colaboración del padre, la familia, implementa prácticas seguras y de probada efectividad, y fortalece otras iniciativas, como la iniciativa HAMN, que promueve fuertemente la lactancia materna”, aclaró la licenciada.Pensar en la mamá y el niñoA partir de su implementación se busca promover una atención humanizada, centrarse en los derechos de la madre y el niño, contribuir a mejorar la calidad de atención y reducir la morbilidad y la mortalidad materna y neonatal en el país. Este modelo de maternidad define los aspectos esenciales de la atención de la mujer y su familia durante el embarazo, el parto, el puerperio y la atención del recién nacido, mencionó la especialista.En tanto, la OMS reconoce al obstetra como el profesional más idóneo costo-efectivo para el cuidado en el parto normal, por lo que debe priorizarse su actividad, reservando a los médicos especialistas sólo el manejo de los partos patológicos. Así es que la licenciada en obstetricia, obstétrica o partera es la profesional de salud que acompaña y brinda atención integral a la embarazada durante la gestación, el trabajo de parto, parto y puerperio de bajo riesgo, en los distintos niveles de complejidad con capacidad para la detección de situaciones críticas durante todo este proceso; entabla un trato respetuoso y humanizado y su función impacta en la reducción de la mortalidad materna y neonatal.Para ello posee compromiso y convencimiento con la adopción del modelo de Maternidades Centradas en la Familia, conoce e informa a las mujeres que asisten a la institución sobre sus derechos y los de su hijo/a desde el inicio del embarazo; tiene un rol protagónico de la pareja y de la familia en el cuidado de su hijo/a. Fomenta la permanencia continua de la madre junto a su hijo/a, realiza prácticas efectivas y seguras para la atención de la madre y el recién nacido; fortalece las prácticas de promoción y mantenimiento de la lactancia materna. Y posee una sólida formación para el acompañamiento, la asistencia, la contención y el apoyo en el proceso del nacimiento con un enfoque bio-psico-social.





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