El juez de Instrucción 3 de esta ciudad, Fernando Luis Verón, dictó el jueves la prisión preventiva para Martín Vedoya y el paraguayo Luis Morínigo sospechados de haber intervenido en el doble homicidio de Sebastián Vega y Rodrigo Ibarra, perpetrado en los primeros minutos del 17 de diciembre del año pasado. La decisión del magistrado de primera instancia incluye a Carlos Rojas, el único fugitivo en la investigación, al que se le notificará seguramente cuando sea capturado y trasladado a los estrados judiciales.Aunque en el caso de Rojas se trate de un tecnicismo, porque al estar prófugo no puede ser notificado, lo cierto es que los tres se encuentran, procesalmente hablando, en un pie de igualdad: acusados de los delitos de “homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas y criminis causae, y calificado por la utilización de arma de fuego”.Ante semejante panorama, en caso de ser declarados culpables en juicio oral y público, serían condenados a prisión perpetua. En la visión del juez, Martín Vedoya habría sido el que planificó el homicidio de Vega. En este punto es importante señalar que, para la Instrucción, Ibarra pagó con su vida estar en el lugar y momento equivocados.“Fue algo así como un efecto colateral”, consignó ayer una fuente consultada por PRIMERA EDICIÓN. Ibarra no estaba en los planes, pero tuvo la mala fortuna de acompañar a su amigo al punto de encuentro con los que, a la postre, serían sus verdugos.De acuerdo con los datos surgidos de la investigación encabezada por la Secretaría de Apoyo a Investigaciones Complejas (Saic); Rojas y Morínigo, ambos de nacionalidad paraguaya, habrían sido los que redujeron a las víctimas y luego las acribillado a tiros en el barrio Tacurú, en la chacra 97 de Posadas.Según la reconstrucción jurídico policial, Ricardo Vázquez -de quien se dijo era amigo o al menos conocido de Vega-, habría sido la persona que sacó a este de la casa de la hermana a través de un llamado telefónico. “Tengo lo tuyo”, le habría dicho Vázquez antes de citarlo a la intersección de las avenidas Chacabuco y Costanera Oeste, donde lo entregó a Rojas y Morínigo.En la hipótesis del juez Verón, Vázquez habría sido el entregador y lo acusó sólo de “participación secundaria” porque se encontró con un escollo insalvable en la investigación: no pudo probar que él supiera, efectivamente, de los planes de Rojas y Morínigo;?que habrían tendo decidido matar a Vega.Como se trata de una calificación que contempla el beneficio de la excarcelación; Vázquez recuperó ayer la libertad desde los estrados del Juzgado de Instrucción 3.En cuanto a Roberto Candia (empleado de Emsa), su esposa Silvia Rodríguez y la hija de ambos, Denise, aunque recuperaron la libertad hace semanas, terminaron imputados por el supuesto delito de “encubrimiento”.Verón consideró que, si bien no pudo comprobar que supieran de antemano de la planificación del doble asesinato, con posterioridad ayudaron a Rojas y a Morínigo a escapar del brazo de la ley.Roberto Candia y su esposa, de acuerdo con una fuente judicial, habrían llevado hasta Paraguay a Rojas; quedando constancia en Migraciones. Al día siguiente, habrían trasladado a Morínigo hasta Puerto Iguazú, en su Peugeot 408.La resolución constituye un paso importante en la causa, pero resta bastante para que la misma llegue a la instancia de juicio oral.





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