La travesti <a href="http://www.primeraedicion.com.ar/nota/4703/arrestan-a-travesti-por-la-violacion-de-un-nino.html">“Mayra”, de 39 años y acusada de violar a un menor de 13</a>, deberá seguir tras las rejas por determinación de la Justicia. Mientras tanto, su defensa insistió en que le concedan la prisión domiciliaria. Fue tras una decisión de la Cámara de Apelaciones, que resolvió dejar firme la prisión preventiva que le dictó a la imputada el juez de Instrucción 7, Carlos Giménez. Ahora, Mayra deberá esperar que su situación procesal se resuelva en la instancia de juicio oral.La confirmación de esta medida estuvo a cargo de la Sala I del alto cuerpo, integrado por los camaristas Marisa Dilaccio y Ricardo Venialgo. Atento a lo resuelto en las últimas horas, el abogado de Mayra, el letrado Alejandro Jabornicky, insistió sobre solicitar el arresto domiciliario de su defendida, algo que es analizado por el magistrado Giménez. Vale aclarar que esta situación fue evaluada por la Cámara, que determinó que existe riesgo de que la imputada amenace o intimide a la víctima, teniendo en cuenta que residen en el mismo barrio. Jabornicky dijo a PRIMERA EDICIÓN que la travesti detenida presentó un nuevo domicilio para que puedan aceptar su solicitud. Mientras tanto, Mayra se encuentra alojada en la Alcaidia de Mujeres que funciona en el predio de la comisaría Segunda de Posadas (en las esquinas de las avenidas Tambor de Tacuarí y Rocamora). “Mi hijo no será el mismo”Tras la denuncia del aberrante caso y el posterior arresto de la travesti, este medio dialogó con la madre de la víctima. La mujer, quien tiene ocho hijos, uno de los cuales -de 13 años- vivió la peor pesadilla, dijo en su momento que tras el ataque sexual, su hijo “jamás volverá a ser el mismo”. Luego expresó que su “familia quedó totalmente destruida por lo sucedido. Él -por la víctima- después no quería volver a clases. Había chicos que lo cargaban porque el caso tomó trascendencia pública. Estaba muy mal, entonces yo me fui a la escuela y hablé con la maestra y juntas lo convencimos y ahora por suerte está yendo a clases”. Según relató la mujer, de acuerdo a lo que le contó su hijo, el día del hecho -la noche del jueves 17 de septiembre del año pasado- el menor fue a hacer compras al kiosco de la acusada (ambos eran vecinos en el barrio Fátima de Garupá), “entonces le dijo ’hay un amiguito tuyo en mi casa. Entrá a tomar tereré’. Fue todo un engaño, su amiguito no estaba allí. Una vez adentro lo encerró y le gritó que se desvistiera. Entonces lo abusó. Lo intimidó porque es de físico grande. Él le tuvo confianza porque en apariencia es una mujer”.





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