La suspendida presidenta Brasileña Dilma Rousseff dijo este jueves que seguirá luchando para enfrentar los cargos de un juicio político y que confía en que será declarada inocente, luego de que el Senado votó el jueves el inicio de un proceso en el que se le acusa de romper normas presupuestarias."He cometido errores, pero no he cometido ningún crimen", dijo una imperturbable Rousseff, en un mensaje antes de dejar el Palacio de Planalto, la sede la presidencia, rodeada por docenas de partidarios al romper el silencio tras conocer esta mañana de jueves que será apartada del cargo por 180 días para ser enjuiciada por maquillar fondos públicos durante su mandato.Rousseff se refirió al proceso de juicio político como un fraude y un golpe."Yo fui electa por 54 millones de brasileños. Ahora, con este juicio en mi contra, lo que está en juego es el respeto a las urnas, a la voluntad soberana del pueblo Brasil, a la constitución. Están en juego las conquistan de los últimos 13 años", dijo Dilma ante los militantes de los movimientos sociales que la esperaban puertas afuera, frente a los funcionarios del gobierno que siguen a su ladoRespecto del impeachment, la mandataria aseguró que es "fraudulento, un verdadero golpe". "Desde que fui electa parte de la oposición pidió recontar los votos, intento anular las elecciones y después paso a conspirar abiertamente en mi contra"."El único objetivo es tomar por la fuerza lo que no conquistaron con las urnas", advirtió la presidenta, que además aseguró que está en juego "el futuro del país". "No cometí crimen, no tengo cuentas en el exterior, no recibí coimas, jamás fui corrupta", se defendió la jefa de Estado."El destino siempre me reservó muchos y grandes desafíos. Algunos parecían imposibles, pero conseguí vencerlos. Ya sufrí la tortura, ahora sufro otra injusticia. Lo que más duele es percibir que estoy siendo víctima de una farsa jurídica y política", arremetió la mandataria brasileña."El destino siempre me reservó muchos y grandes desafíos. Algunos parecían imposibles, pero conseguí vencerlos. Ya sufrí la tortura, ahora sufro otra injustica. Lo que más duele es percibir que estoy siendo víctima de una farsa jurídica y política", arremetió la mandataria brasileña.Por su parte, Michel Temer se convirtió este mediodía de jueves en el presidente interino de Brasil luego de recibir la notificación oficial de la suspensión de la mandataria Dilma Rousseff, quien deberá enfrentar un juicio político.





Discussion about this post