La denuncia fue clara: como la construcción del nuevo edificio del Bop 97 se encuentra detenida por razones desconocidas, los alumnos deben organizarse en aulas improvisadas y, cuando hace mucho calor, dar clases debajo de un árbol. Esa es <a href="http://www.primeraedicion.com.ar/nota/220002/dan-clases-bajo-un-arbol-porque-no-retoman-las-obras-de-su-escuela.html">la situación que hizo pública PRIMERA EDICIÓN el pasado 4 de mayo</a> y que, hasta el momento, no tiene solución. Sucede que ningún funcionario o responsable se acercó hasta el lugar para dar respuestas, razones ni soluciones. “El edificio así como fue diseñado, con tres aulas no me sirve”, dijo a este diario Noemí Valenzuela, directora del Bachillerato Orientado Polivalente (Bop) 97. “No me llamó nadie, ninguna de las autoridades de Educación o del Gobierno de la Provincia. No nos dieron fecha para reiniciar la obra”, aseguró la docente a cargo del establecimiento educativo que se encuentra en el barrio San Antonio Payeska de esta localidad.A mediasLa obra está paralizada hace varios meses. Está a la altura de las bases y con una capuera que va contaminando los ladrillos, piedras y arena que están acumulados en el predio. La empresa encargada de la construcción por el Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional (Iprodha) es la constructora GAJO, propiedad del hermano del ministro del Agro y la Producción, José Luis Garay, y al que se le atribuye ser parte de ella.Valenzuela aclaró que “los docentes y el personal ponemos todo lo que hace falta para dar clases. Tenemos doce divisiones distribuidas en dos turnos. Ocupamos un sótano de la capilla San Antonio, un edificio anexo de la misma capilla y una parte que nos cedió la Escuela primaria 654. Hay una calle de por medio que alumnos y profesores deben atravesar todos los días y a cada rato. Allí pasan camiones cargados de maderas en rollo y aserrado. Ponemos en riesgo la integridad física de cada uno de nosotros todos los días hace ocho años”.El Bop 97 da clases en dos edificaciones y lo separa la calle Misiones. El predio donde se comenzó a construir la nueva escuela está lindante a la 654. Los alumnos y profesores deben cruzar la calle a cada rato para ir a de una dependencia a la otra.Con respecto al nuevo edificio la directora fue clara. “Así como fue diseñado no me sirve. Tiene sólo tres aulas y nosotros tenemos seis divisiones en cada turno. Lo único que voy a conseguir es liberar las dependencias de la escuela primaria que nos presta donde funcionan aulas y administración. Vamos a tener que seguir ocupando las edificaciones de la iglesia, lo que quiere decir que vamos a seguir cruzando la calle”. Valenzuela reclamó a los directivos de la empresa que el edificio era muy chico para la cantidad de alumnos y le dijeron que tiene que gestionar una ampliación de la obra y “que eso esta previsto en la construcción”.Según pudo saber PRIMERA EDICIÓN, los padres presionan a profesores y directivos para que apuren la construcción y no descartan hacer una manifestación o alguna medida de fuerza. No es la primera vez en que esta se vuelve su opción para que los escuchen: hace dos años los alumnos cortaron las calles de acceso al edificio escolar para que alguien se haga cargo y le construyan baños ya que, hasta el momento, utilizaban letrinas. Luego la Municipalidad inició la construcción de los sanitarios por orden de la Provincia.





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