La fábrica de papel “La Arminda” se fundó en 1993. En ese momento trabajaban unos sesenta operarios estables que se turnaban para producir durante 46 horas semanales con turnos de -en algunos sectores- 12 por 12 horas.En su momento de mayor esplendor, el personal superaba las 80 personas que llegaron a producir 180 toneladas de bolsas por semana, de todo tipo y tamaño, algunas forradas en aluminio. Es decir que tuvo más de un millón de toneladas en bobinas de papel Kraft que es la materia prima vital para el proceso de fabricación de bolsas.La tristeza azotó la fábrica en 2010 cuando murió su mentor, el abogado Antonio Luft y quedó su hijo a cargo. Al poco tiempo debido a una mala administración comenzaron los problemas, hasta que dos años después no había recursos para adquirir las bobinas que es la materia prima con la cual trabajaban. En mayo del 2014 las dificultades se acrecentaron porque los trabajadores no podían cobrar los sueldos en tiempo y forma, había problemas con los aportes previsionales y de la obra social.En el 2015 parecía que empezaba a resolverse la situación, porque se consiguió un Plan Nacional de Recuperación Productiva (Repro) a través del Sindicato de Obreros de Alto Paraná, más aportes que dio la Provincia de dos millones 500 mil pesos; los trabajadores suponían que con esa ayuda la fábrica remontaría; pero los números no cerraban y el presidente y apoderado de la firma, se suicidó, tenía 34 años y era uno de los hijos de Luft.Medida cautelar de no innovar“En marzo del 2015 se hizo cargo Horacio Luft, el hermano del fallecido, arrancó muy mal asesorado e hizo una mala gestión, vendió máquinas, nos amenazaba a los obreros y empezó a desintegrar la empresa. Por una medida cautelar de no innovar dictada por el Ministerio de Trabajo se pudieron recuperar las máquinas, y por la presión de los trabajadores que fueron hasta la empresa que las compró y cortaron la avenida hasta que el empresario las devolvió”, señaló Esteban Aranda, actual tesorero de la Cooperativa, cuyo presidente es Gabriel Berón.Desde mayo del 2015 la fábrica está tomada por los obreros que no pueden producir porque hay una medida cautelar de No Innovar. Son 31 obreros con sus familias los que permanecen custodiando la fábrica. Conformaron una Cooperativa de Bolsas Kraft Limitada, que desde agosto del 2015 tiene personería jurídica; está aprobada por el Inae y el Ministerio de Cooperativas de Misiones, con matrícula provincial y nacional. Además, fue declarada de Interés Municipal por el Concejo Deliberante, y tiene el apoyo del Ministerio de Industria.Esteban Aranda, como el resto de sus compañeros está en la lucha tratando de que la situación se resuelva de una vez por todas. “Tenemos la esperanza que por medio de la firma del juez, nos autorice para utilizar las máquinas que están todas paradas. Funcionarios del Ministerio de Industria estuvieron hace poco visitando el lugar con la idea de que nosotros arranquemos con la cooperativa, y ver la manera de que se no pueda subsidiar la materia prima porque la fábrica está preparada como para arrancar: las máquinas están y el factor humano también”.Sostuvo que una vez que el juez Lirussi levante la medida, “después que siga el trámite judicial que corresponde. Nosotros lo único que pedimos es trabajar y no vivir de planes sociales, trabajar y tener un sueldo digno para el sostén de nuestras familias”, indicó.Subsistencia y resistenciaEstas 31 familias subsisten gracias a una ayuda de 7.000 pesos mensuales que les otorga el Municipio de Puerto Rico; con ese dinero deben sobrevivir esos grupos familiares, que por supuesto no les alcanza.En consecuencia buscan alternativas de hacer changas por afuera de la fábrica, manteniendo una guardia en la toma con el objetivo de que no terminen de desguazarla.El diputado Martín Sereno, del Partido Agrario y Social se acercó hasta el lugar y los trabajadores le plantearon que están en espera de que el juez en lo Civil y Comercial, Itálico Lirussi de Puerto Rico, se expida a favor de la cautelar para poder explotar legalmente la fábrica. “Los trabajadores quisieron alquilarle la fábrica al dueño y repartir porcentajes de ganancias; pero Horacio Luft no les da respuestas, parece que estuviera estirando la cuestión. No responde tratando de desgastar a los obreros”, señaló.El legislador lamentó que “en este momento donde hay tanto desempleo y hace falta trabajo y producción, y mientras escuchamos en todos los ámbitos que se está fomentando la generación de empleo, esta fábrica no esté produciendo. Acá tenemos una fuente laboral con una inversión en inmuebles millonaria que podría emplear nuevamente a sesenta familias de esta ciudad donde no abunda el trabajo, y sin embargo está totalmente parada”.





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