Felicitas Maidana no tiene dudas: “sostenemos que fue Sotelo y lo haremos hasta que nos confirmen que no tuvo nada que ver”. El femicidio de Lucía Maidana, la estudiante universitaria brutalmente golpeada, violada y quemada dentro de su departamento el 6 de abril de 2013 permanece sin detenidos ni pistas sólidas para llevar a los responsables a juicio oral y público. Ya pasaron tres años y la investigación sigue repleta de misterios, aunque con un único sospechoso en la mira de la Justicia: Nicolás Sotelo (25), quien sigue vinculado a la investigación pero sin elementos suficientes en su contra.Para la hermana de Lucía la causa, lamentablemente, se estancó. “El cuerpo judicial no nos da respuestas, ninguna. Y la causa de Lucía se congeló hace tres años, sólo se la pone sobre la mesa cuando aparece una violación o femicidio nuevo y no debe ser así”. Este miércoles, al cumplirse un nuevo aniversario del crimen, Felicitas encabezó distintas actividades programadas por estudiantes y docentes de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales, ubicada en calle San Lorenzo casi Mitre, jornadas que se denominaron “No olvidamos, no perdonamos; justicia por Lucía”.Pasadas las 10, los autoconvocados levantaron las pancartas y comenzaron a marchar. El recorrido, simbólicamente, abrazó a la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales donde Lucía estudiaba Comunicación Social. Y culminó frente al Juzgado de Instrucción Penal de la calle Santa Fe. “Volvemos a salir a la calle a exigir justicia por Lucía. Pero también, por los nuevos casos que nos vienen afligiendo, como los dos ataques a las compañeras de la Facultad y las víctimas de femicidios”, manifestó Felicitas. Pese a todo el dolor que sufrió por la violenta muerte de su hermana, Felicitas se mantiene firme y sigue adelante, pero no le fue fácil. “Lucía es mi pilar, la que me mantiene de pie. Ella esta presente conmigo siempre”. “Una bestia suelta”Una vez frente al Juzgado de Instrucción Penal, los estudiantes montaron una radio abierta. La primera en tomar la palabra fue Felicitas: “Mi familia pide justicia, los compañeros de Lucía piden justicia. Hay una bestia suelta, que se burla de nosotros, en nuestras caras. No podemos permitirlo, ni permitir que la justicia haga silencio”.Y siguió: “Pido a quien pueda aportar a la causa, aunque sea un dato menor, se acerque que no se lo guarden. Los necesitamos”.Para Estefani Dávalos, estudiante de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales “están siendo cómplices de violadores y homicidas dejando este crimen impune”. Y solicitó que “se reflexione, pero principalmente comprometerse porque el silencio es cómplice. Y si sabes algo, declará”.Teléfonos y notebook en la miraSobre el avance de la investigación, de acuerdo a las fuentes judiciales, se están realizando pericias de los teléfonos de los imputados e incluso de los testigos.Por otra parte, siempre se mencionó como una clave que podría ayudar en la causa las pericias técnicas que se llevaban adelante alrededor de la notebook de Lucía, único elemento con el que escapó el autor del asesinato.La Justicia provincial ordenó una suerte de seguimiento virtual de esa máquina, que contaba con un sistema que en principio permitiría captar el punto geográfico desde el que volviera a encenderse. Esa pericia estaba a cargo de un equipo de Gendarmería Nacional que, según se informó, al parecer, no entregó los resultados.





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