"A nuestros fiscales y jueces misioneros les tiene que doler la conciencia" tras la resonante detención de funcionarios nacionales y sus socios acusados de corrupción, en una ola que amenaza con ampliarse y salpicar también a Misiones. Así lo sostuvo el expresidente del Colegio de Abogados de la provincia, Rodrigo Bacigalupi, quien espera que los integrantes del Poder Judicial misionero “tomen en serio” el reclamo de la sociedad que quiere castigo y cárcel para quienes robaron o roban plata del erario público y “hoy no pueden justificar la riqueza que ostentan”. “Si nuestra Justicia provincial se decidiera a actuar ahora que ya no hay un poder político nacional que avale a los corruptos locales, le puedo asegurar que muchos funcionarios misioneros terminarían presos”, disparó el letrado, que además integró la comisión directiva de la Federación Argentina de Colegios de Abogados (Faca) y el Jurado de enjuiciamiento a nivel nacional, siendo uno de los que votó en contra de la suspensión del fiscal federal José María Campagnoli, apartado de su función durante un año por el kirchnerismo tras iniciar la investigación contra Lázaro Báez, el mismo que finalmente fue detenido el pasado martes por “lavado de dinero”. Para Bacigalupi, “es hora de que los miembros del Poder Judicial de la provincia rompan con la dependencia y actúen, o se vayan a sus casas”. ¿Está el Poder Judicial de Misiones preparado para actuar en casos de corrupción? En las últimas dos décadas ha sido política de Estado tratar al Poder Judicial como el hijo bobo de la política, y con la manera en que se realizaron las designaciones del alto cuerpo (Superior Tribunal de Justicia) está claro que no se tuvo en cuenta ninguna instancia de evaluación de idoneidad. Tenemos el claro ejemplo de la baja calidad de los magistrados con lo que pasó con el exministro (Sergio) Santiago, que terminó renunciando porque trabajaba para la EBY cuando era miembro del STJ. La política de los sucesivos gobiernos ha sido desmantelar el Poder Judicial, controlar y aislar a los jueces independientes, que quedaron muy pocos. Algunos se jubilaron y otros están esperando para irse, pero esto no es casual. Los operadores políticos se han hecho cargo de la Justicia en los últimos veinte años han tenido la instrucción concreta de destruirla y manejarla a su antojo. Los argentinos expresaron su alivio por las últimas detenciones a nivel nacional. ¿Se reclama lo mismo a nivel provincial? A veces parece que no indigna igual la corrupción que está “acá a la vuelta”De alguna manera creo que es la forma en que la sociedad ha sobrevivido a semejante avasallamiento de parte de los representantes de los tres poderes. Una empresa que se dedica a la construcción en Misiones y que no esté dispuesta a sobornar para obtener una obra, se funde. Si el empresario que quiere hacer las cosas correctamente tiene que cerrar, echar al personal… se plantea la disyuntiva moral de decidir actuar dentro de los márgenes de la ley y dejar a familias en la calle, o entrar en las reglas de la ilegalidad y entregar el “retorno”. Esto permite que desde el poder se baje al resto de la sociedad la idea de que “estamos todos revolcados en el mismo barro”. Logran que muchos pierdan la capacidad moral para hablar o denunciar. Pero paralelamente está el ciudadano común que no entró jamás en esa y sabe que el contexto nacional cambió, y que hoy los corruptos locales no tienen el mismo nivel de protección, entonces el reclamo hacia la Justicia misionera se fortalece: o actúan, o dejen los cargos si no se animan. Es perverso este escenario… Es lo que está pasando en la provincia. ¿Por qué cree que no tenemos fiscales que se hayan animado a investigar en estos meses sabiendo que ya no existe un poder político nacional tan fuerte? Porque también deben favores, o porque en algunos casos no ingresaron por idoneidad sino por contactos. Aún aquel funcionario judicial que entró con cierta libertad, al final queda atrapado en el sistema. Lo que reclama la sociedad hoy es que fiscales y jueces sepan que los vamos a apoyar si salen de ese círculo, si comienzan a trabajar en serio. Hay mucha tela para cortar y muchos funcionarios pueden terminar presos. ¿Funcionarios de Misiones? Claro, sabemos -y lo vemos con nuestros propios ojos- que hay muchos, demasiados, que no pueden justificar lo que tienen, porque son millonarios. Es enriquecimiento ilícito, claramente. Sabemos lo que cuesta ganar la plata en Misiones. Pese a esto, hay funcionarios con mansiones amuralladas con vistas al río, que tienen un grado de riqueza impúdica, con empresas de sus familiares que han crecido de manera exponencial… Llevan una vida lujuriosa a costas del dinero del pueblo. Y ese dinero que se llevan lo pagan los enfermos del hospital. Si el Poder Judicial misionero no reacciona ahora que puede, la verdad es que decepcionará a toda la sociedad. PUNTO DE VISTAPor Marcelo Gentili, Contador Público Señores de la Justicia:Hoy es un día especial. Parece que estamos en un proceso para dejar atrás la impunidad y la corrupción. Estos días escuché a un periodista que dijo que la Justicia está actuando en defensa propia. Yo pienso que durante los largos años de la década robada actuó en defensa propia.Nunca antes en nuestro país se había pisoteado y faltado el respeto a la Constitución y a la mayoría de las leyes como en esos años. Nunca antes el poder político había vapuleado y maltratado a los otros poderes de la República, especialmente el Poder Judicial. Si hasta se llevaron la vida de un fiscal un día antes que se presente al Congreso para hacer la presentación de una denuncia que posiblemente iba a hacer pública la complicidad del gobierno argentino con un régimen que protege y promueve nada menos que el terrorismo internacional y que hasta tal vez ponía de manifiesto el intercambio de conocimientos y material nuclear.Por eso es que entiendo perfectamente que la mayoría de los jueces y fiscales hayan preferido el silencio antes que el escarnio público, la persecución política, la destitución y quien sabe hasta la muerte.Pero afortunadamente parece que esos tiempos oscuros han quedado atrás y esa misma Justicia se está despertando y trabajando en pos de un país que se aleja del terrible modelo de autoritarismo instaurado en Venezuela, modelo al cual adheríamos casi sin diferencias y sólo basta ver algunas de las últimas noticias de ese devastado país para darnos cuenta de nuestro magro futuro en manos de esa gente.Ni todas las migajas que son los planes sociales, ni el millón y medio de puestos públicos fueron suficientes para concretar el modelo de pan y circo para todos y todas, mientras un grupo se la llevaba en bolsos como si fuera ropa sucia.Señores jueces y fiscales, escuchen el mensaje de las urnas, que con mucho más del 51% declarado, según informes pasaba el 60%, les pide que ahora, sin condicionamientos ni ataduras se olviden de los temores del pasado y tal vez de compromisos asumidos y hagan su trabajo, que con el único qu
e tienen compromiso es con el pueblo, que les demanda que hagan cumplir la ley y que castiguen con dureza a los vivos que se enriquecieron, que cobran jugosas sumas sin trabajar y tantos otros negocios diseñados sólo para currar con el Estado.En nuestra provincia, donde se han informado decenas de casos sospechosos, la Justicia misionera parece que todavía no cree en la continuidad de este proceso. Que mal, pues no tienen en cuenta el daño que su actitud le está provocando al futuro de nuestra provincia. Piensen en sus hijos y sus nietos. No querrán vivir en una provincia corrupta, donde se prefiera ser puntero o militante, a la educación, el esfuerzo y el trabajo, como modelo de progreso personal. Convénzanse, la corrupción mata, genera inflación (por aumento de impuestos y emisión monetaria), desempleo, frustración, desintegración familiar, humillación, angustia, delincuencia y saca al país y especialmente a nuestra provincia de competencia como destino de inversiones y por lo tanto de progreso.En sus manos está ahora el destino de cientos de miles de misioneros, hagan su trabajo, hagan cumplir la Ley.





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